Antes de que editoriales como Nórdica lanzasen la idea de destinar el 35 % de cada e-book adquirido en sus webs a la librería que el comprador decida, el sector del libro
catalán ya se había puesto manos a la obra para intentar taponar, ni que fuera un poco, la sangría económica que se intuye dejará esta cuarentena de librerías cerradas y lectores confinados. Así, mientras se suceden los ERTE, lo mismo en grandes cadenas como Casa del Libro que en las más pequeñas La Central y Laie, y librerías como Altaïr, especializada en viajes, acusan el golpe por duplicado ahora que nadie se puede mover de casa, el grupo editorial Som y la agencia digital Mortensen han puesto en marcha una iniciativa para vender 30.000 libros mientras dure el confinamiento. La cifra no es casual, ya que 30.000 (en concreto, 30.785 libros) fue el número de libros que de media se vendieron en Cataluña cada día laborable del mes de marzo de 2019. «Ahora es el momento de estar al lado de los libreros y del mundo del libro. Durante el mes de marzo de 2019, las librerías de Cataluña vendieron un total de 800.000 libros. Esto significa que cada día que pasa con las librerías cerradas, se dejan de vender 30.000 libros», subrayan los impulsores de una iniciativa que, en contra de lo que pueda parecer, no busca tanto incentivar la lectura como contribuir a la pervivencia de las librerías. «Nos fijamos el reto de seguir comprando libros durante las próximas semanas, como lo hemos hecho siempre y permitir así que las librerías puedan volver a levantar la persiana», subrayan. Una suerte de macrocampaña de micromecenazgo de mecánica bien sencilla: basta con entrar en la página web www.llibreriesobertes.cat, elegir un libro y una librería en el que comprarlo (y pagarlo) y recoger el ejemplar comprado una vez las librerías puedan volver a levantar la persiana. El comprador tendrá que esperar, si, pero mientras tanto ayuda a que el establecimiento, especialmente si se trata de una pequeña librería con poco margen de maniobra económica, tenga un poco de liquidez y pueda hacer frente a gastos ordinarios. De cada libro que se compre, puntualizan desde Llibreries Obertes, el librero recibirá el 100 por cien del importe. De momento, la iniciativa ha superado los 4.000 libros vendidos, una cifra que a buen seguro crecerá a medida que se acerque una diada de San Jordi que, con las sesiones de firmas en la calle aplazadas, será este año necesariamente diferente. Para conseguirlo, Llibreries Obertes cuenta con un catálogo de 6.500 títulos en catalán y castellano, muchos de ellos novedades de 2019 y de los primeros meses de 2020. En el menú, novela, ensayo, cómic o literatura juvenil conviven amistosamente para inyectar un poco de oxígeno a las más de 300 librerías adheridas. «Tu librero o librera de cabecera se preocupa por conocer tu estado de ánimo y tus gustos e intereses a la hora de hacerte una recomendación y está a tu lado para ayudarte a elegir. Ha llegado el momento de que tú también estés a su lado», apuntan Joan Carles Girbés, director editorial de Som Llibres, y Josep Maria Ganyet, consejero delegado de la agencia Mortensen. La idea, añaden, es que las librerías sigan en su sitio cuando la gente pueda salir de nuevo a la calle. Máxime después de que los libreros, este caso los de toda España, alertasen ya hace unos días de unas pérdidas de 200 millones de euros por culpa del coronavirus.
FUENTE DIARIO ABC: