Coronavirus en Argentina: le toma la fiebre a la gente en el interior profundo para evitar que llegue el virus

salir adelante. Este agente sanitario se desempeña como responsable administrativo del hospital de Gan Gan, en plena meseta de Chubut. Pero además es encargado de la farmacia y atiende a las pequeñas aldeas escolares de Chacay Oeste y El Escorial. No más de 200 habitantes entre ambas, la mayoría mayores de 60 años. Por eso y aunque por fortuna el coronavirus aún no había llegado al cierre de esta nota a estas tierras lejanas, Carro y un grupo de ayudantes hacen todo lo posible para evitarlo.

“Nosotros trabajamos sin horario, lo principal es tener controlada la salud de la población”, le dijo a Clarín compartiendo sus responsabilidades con quienes lo acompañan. Lo primero que hace cuando llega a las aldeas (para lo que tiene que recorrer 200 kilómetros entre ida y vuelta por caminos de ripio) es tomarle la fiebre a la gente. “Es lo primero que hacemos porque de eso dependen sus cuadros”.

El clima ya hace sentir su rigor por estas latitudes pese a que recién comienza el otoño. Pero en cuanto pasen algunas semanas, la temperatura será más baja aún. “Acá los casos de gripe son recurrentes durante el invierno. Las temperaturas son muy bajas y no todos tienen una vivienda lo suficientemente calefaccionada. Pero la gente de esta tierra es ‘dura’ y aguanta más de la cuenta”.

Carro es divorciado y tiene una hija de 8 años. Y una familia numerosa: 9 hermanos. Eligió esta carrera porque siempre le gustó trabajar en el interior provincial. “En general no dejamos que la gente vaya al hospital. Vamos y la atendemos en sus casas, sobre todo si tiene alguna dolencia. Es lo mejor. Porque también podemos evitar un eventual contagio”. Carro seguirá haciendo “patria” en el interior de Chubut. Y claro, no cree ser un héroe: “Hago lo que siento, lo que la gente merece”. 

Chubut. Corresponsal.

AS