Construcción e industria se reactivan en Galicia con medidas de seguridad reforzadas

Los obreros regresaron al tajo, las máquinas volvieron a conectarse y los polígonos industriales recuperaron su trasiego. Galicia recobró ayer una pequeña cuota de normalidad en medio de las circunstancias excepcionales que

motiva la pandemia de coronavirus, una vez vencido el domingo el cerrojazo decretado por el Gobierno central y plasmado en el BOE casi a medianoche. Casi como un lunes cualquiera, a primera hora de la mañana los trabajadores de la construcción e industrias que desde La Moncloa se habían considerado no esenciales retomaron el trabajo. Lo hicieron, eso sí, entre medidas de seguridad reforzadas. Más allá del reparto de mascarillas del Gobierno, la Xunta ya había advertido de que será especialmente vigilante. El Gobierno gallego presentó ayer su guía de recomendaciones preventivas de salud laboral ante el Covid-19, elaborada por el Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia (Issga). El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, puso en valor este documento durante su encuentro con representantes de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE). «La prioridad son las personas. Lo importante es la compatibilidad de la actividad económica con la salud, que se produzca en condiciones de seguridad», apreció Conde. En una jornada en la que salían del parón forzoso de dos semanas múltiples obras, otra conselleira, la de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, mantuvo otro careo telemático, en su caso con el presidente de la Federación Galega da Construción, Diego Vázquez Reino, y representantes de las asociaciones provinciales. Mientras los obreros volvían a subirse a los andamios, hubo coincidencia en que el objetivo principal ha de ser velar por su «seguridad», sin confiarse en la ventaja de que estos trabajos se desarrollen al «aire libre». Vázquez aseguró que el sector de la construcción está «preparado» para retomar la actividad con las medidas de seguridad, higiene y protección necesarias para «evitar contagios». La conselleira celebró que, con una inversión este año de 160 millones, se reanudan trabajos de obra pública que «no se deben demorar», por su «carácter esencial», como centros de salud o intermodales. Del 55 al 80% Se reinició la actividad que quedó medio mes en barbecho, pero lo hizo todavía con el freno de mano echado. Polígonos como el del Tambre, a las afueras de Santiago, cifraron entre el 70% y el 80% su volumen de actividad. José Fernández Alborés, presidente de la asociación de esta área empresarial, señaló que se habían incrementado la producción y el tráfico, con empresas trabajando a puerta cerrada, aunque la mayoría aún sin funcionar a pleno rendimiento. Más al norte, San Cibrao (Lugo) se quedó en el 55%, pero es un dato que merece contexto: durante el cerrojazo, la actividad se desplomó hasta el 21%, y la media, desde que se declaró el estado de alarma, no había pasado del 48%. Alu Ibérica, antigua Alcoa, informó de que la producción marchaba «con total normalidad» en su planta coruñesa. Los sindicatos no acabaron de ponerse de acuerdo. CCOO constató «mejoras» y «compromiso», tanto de empresas como de trabajadores, para implementar medidas de protección «contundentes», según su secretario general, Ramón Sarmiento. Éste apreció un cambio «relevante» en organización de horarios, desinfección o acceso a zonas comunes. La CIG, en cambio, quiso poner el acento en la «irresponsabilidad» que imputan al Gobierno central. Su secretario general, Paulo Carril, aseguró que se estaba «obligando a los trabajadores a volver a su puesto». «Miedo» vio la líder del BNG, Ana Pontón, en «muchos» al salir de sus casas. Para Carril, se sigue sin «mejorar las medidas de protección» ni «garantizar la salud» del personal.

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/galicia/abci-coronavirus-galicia-construccion-industria-reactivan-galicia-medidas-seguridad-reforzadas-202004132005_noticia.html

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