Coronavirus: vuelta al tajo entre dudas y temores

A medio gas, pendientes de las medidas de protección y con la duda de si se está haciendo lo correcto. Así retomaron la actividad ayer cientos de empresas de Castilla y León,

tras el parón de quince días decretado por el Gobierno para las labores no esenciales. Mientras que la construcción arrancó en un 70 por ciento, en el caso de la industria la incorporación se irá produciendo poco a poco, especialmente en el caso de las grandes firmas de la Comunidad. Así, las factorías de Michelin en Aranda de Duero (Burgos) y Valladolid) empezaron pero con las plantillas bastante mermadas, ya que la incorporación se realizará de forma paulatina. En Renault, la actividad se retomará el viernes en la factoría vallisoletana de Motores, pero aún no hay fecha para la vuelta en las plantas de Montaje de Valladolid y Palencia, mientras que en Iveco, la previsión es abrir el 4 de mayo. En los polígonos industriales, ayer se notó más movimiento que la pasada semana, si bien aún son muchas las empresas que permanecen cerradas. Un ejemplo es Villalonquéjar (Burgos), el mayor polígono industrial de la Comunidad, donde volvió la actividad al 25% de sus empresas. El presidente de la asociación de empresarios del polígono, Jorge Villaverde, aseguró que sólo una cuarta parte de las plantillas se ha incorporado a sus puestos. Reconoció, además, que las pequeñas empresas tienen dificultades para acceder a los equipos de protección. En todo caso, se están tomando medidas complementarias, como recomendar a los trabajadores que salgan ya de su casa equipados con su ropa de trabajo o que no se duchen en las instalaciones de las empresas. Villaverde advierte de que muchas empresas están perdiendo la capacidad para atender los pedidos y eso puede suponer que, en una economía global, otras empresas de dentro o fuera de España, se hagan cargo, informa Pedro Sedano. Protecciones, las justas En el polígono de Argales, en Valladolid, la actividad tampoco llegaba a la mitad sobre la de una jornada anterior al confinamiento. Las empresas que ayer arrancaron, la mayoría de pequeño tamaño, lo hicieron con poca plantilla y pendientes de las medidas de protección, en general muy justas. «Trabajamos de manera diferente», reconoció Miguel Ángel Sobrino, de la empresa Insoto, que se cuestionó si desde el punto de vista de salud la incorporación al trabajo es buena idea. Rubén Rubio, de la empresa astorgana Manufacturas Rubilor, estaba ayer en el polígono vallisoletano haciendo un servicio de mantenimiento, pero lamentó que «trabajo nuevo no sale y con el que hay contratado tenemos para dos o tres meses». También Cristina España, empleada de Macrolibro, se incorporó a su puesto «sin miedo» aunque con la percepción de que «hubiera sido mejor esperar porque las próximas semanas aumentarán los contagios». Lo cierto es que la propia Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) ha podido constatar, a través de sus organizaciones, cómo las empresas de la Comunidad han afrontado la llamada «deshibernación» con preocupación y cierta inquietud para desarrollar su función con plena seguridad y cumplir así con las medidas sanitarias necesarias. La patronal castellano y leonesa, explicó que existe un «importante» número de empresas que han intentado reiniciar su actividad, especialmente las pymes, pero aseguro que no han podido hacerlo al haber tenido una menor disponibilidad de sistemas de protección. Ante esta situación, Cecale reclamó una estrategia nacional «coordinada, sin improvisación», que ayude a contar con los medios necesarios para desarrollar su función, velando en todo momento por la seguridad de los empleados. Mayor actividad hubo en la construcción. En torno a un setenta por ciento del sector volvió a los tajos entre amplias medidas de seguridad, según explicó el presidente de la Confederación de la Construcción de Castilla y León, Javier Vega. Matizó, no obstante, que «en la mayoría de los casos el contacto es casi nulo», al ser actuaciones al aire libre y en las que los operarios ya de por sí suelen mantener distancia. Los que no regresaron al trabajo fueron los profesionales al frente de proyectos en residencias habitadas que a última hora del domingo vetaron desde el Gobierno. Aunque «respeta» toda decisión sanitaria, no comparte la patronal las formas y lamentan la «falta de planificación» y el perjuicio a pequeñas empresas de esta decisión. En la construcción trabaja Roberto González, empleado de Impermeabilizaciones Zamora. Ayer retomó su actividad en una obra en Segovia, hasta donde se desplazaron tres trabajadores que iban «en una furgoneta amplia y cumpliendo las medidas de seguridad», detalló. Desde su punto de vista, no se tenía que haber retomado la actividad porque consideraba que «aún existe mucho riesgo», informa Alberto Ferreras.

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/castilla-leon/abci-coronavirus-vuelta-tajo-entre-dudas-y-temores-202004140747_noticia.html

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