El «pintor de batallas» del Hospital Puerta de Hierro

Había pintado infinidad de veces a su mujer antes de que el coronavirus cambiase las vidas de miles de personas, pero jamás había percibido ese miedo en su cara. Ella, María

Silvestre, trabaja en fisioterapia respiratoria en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Puerta de Hierro. Él, David Gómez , es desde hace una década celador en la Unidad de Psiquiatría Infantil en el mismo centro, donde se conocieron. Al ver el rostro desencajado de su pareja y el miedo y la tensión que expresaban sus ojos después de una de las duras jornadas en las que las UCI estaban saturadas, Gómez cogió un lápiz, un folio A3 y una goma e ilustró esos sentimientos parapetados tras un gorro y una mascarilla. Desde entonces, cada día retrata a uno de estos héroes anónimos que están en primera línea de batalla, venciendo al temor y recetando esperanza. «María ha trabajado mil veces en la UCI en fisioterapia respiratoria, pero aquel día me dijo que nunca había visto a gente tan joven en esas condiciones. Llegó a casa verdaderamente asustada», relata a ABC. Ella fue la primera en ser captada por el lapicero de Gómez y ya son 16 los compañeros que han posado para él en los últimos días. Planea imprimir los retratos a gran tamaño para exponerlos en el hospital y reunir a los protagonistas Hubiera deseado no tener que hacerlo, que todo el dolor que ha traído la pandemia no hubiera sucedido. Pero, asegura, esta es su manera de rendirles homenaje, de inmortalizar sus sentimientos, su esfuerzo y su dedicación. «Los primeros días fue muy duro, faltaba material y sobre todo los compañeros de la UCI se enfrentaban a situaciones que ellos me decían que no se podían ni imaginar. Por eso quise dibujarlos, como reconomiento a esos compañeros que lo han pasado y lo están pasando muy mal», expresa. Pero no son sólo sanitarios los que pasan por sus manos. Tampoco conoce a muchos de ellos. «Busco que haya historias detrás. Primero me interesé por gente en las plantas reservadas para casos del Covid-19 y de la UCI. Pero ya no sólo busco médicos, enfermeros o celadores, sino también a todos los que trabajan en el hospital y a los que no se les aplaude cada tarde: los de seguridad, los cocineros, los del servicio de lavandería, los de mantenimiento, los chaquetas rojas, los del laboratorio… Hay muchísimos invisibles», valora Gómez, que se interesa por ellos al conocer sus vivencias a través de conocidos. Ayer su protagonista del día fue el jardinero que cuida de las plantas de los patios interiores del hospital. El día anterior fue su compañero, médico residente de psiquiatría, que se contagió durante una guardia en las urgencias y se acaba de incorporar «deseando trabajar y sin miedo» tras muchos días de baja. La mayoría son de su hospital, pero también quiso homenajear a otros luchadores que le inspiran y cuyos testimonios le llegan a través de sus allegados. Como Juanjo Arechederra, geriatra en el Hospital de Guadalajara, donde ha logrado, con tesón y mucho mimo, que se recuperasen pacientes de más de 90 años con diversas patologías previas. También a Elena Isaba, residente de segundo año en Medicina Interna -otra de las especialidades con mayor carga de trabajo estos días- en el Hospital de Móstoles. Cambio en las miradas «Me hice la foto para el retrato en uno de los despachos donde dormimos los residentes. A pesar de que había trabajado toda la Semana Santa y el fin de semana, estaba cansada pero ya sin tanto agobio. Se ve un poco la luz al final del túnel, se ve algo de esperanza», cuenta Isaba, que al recibir su retrato comprobó que el artista había captado a la perfección esos sentimientos encontrados. «Al verlo, me dio mucha emoción. Aparte de por la técnica y cómo dibuja los detalles, me reconocí en esa mirada», expresa. Gómez también ha percibido ese cambio en la mirada de los primeros retratos a los últimos. «Ahora la gente ya tiene otro rostro. Veo mucho cansancio, pero menos miedo», afirma. El agradecimiento de sus retratados es mutuo, reconoce que ver su reacción cuando les manda el resultado «es lo que más» le «reconforta». Cuando termine el confinamiento planea organizar un encuentro con todos los protagonistas. Junto con el gerente del hospital seleccionará las obras más representativas e imprimirán copias a gran tamaño con el fin de exponerlos en el «hall» de entrada. Para que cuando todo pase, nadie olvide sus rostros.

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/madrid/abci-coronavirus-pintor-batallas-hospital-puerta-hierro-202004160131_noticia.html

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