«Los profesionales de las UCIs están trabajando al 250 por ciento de su capacidad normal y con un gran rigor», ha reiterado estos pasados días en varias ocasiones la consejera de Sanidad,
Verónica Casado. Un sobreesfuerzo que sus comparecencias casi diarias también ha agradecido al resto del personal sanitario que está en primera línea en la batalla contra el coronavirus. Esa lucha titánica en condiciones extremas pasará factura a nivel psicológico, con toda probabilidad, a gran parte de estos profesionales a medio o largo plazo, si no lo está haciendo ya, consideran psiquiatras y psicólogos. A la presión asistencial, a veces en condiciones muy difíciles, se suma la sobrecarga emocional derivada de la relación con los pacientes infectados y en gran parte del personal, el temor a poder contagiar a sus familias. Saber gestionar estos miedos y adelantarse a estas posibles consecuencias es lo que pretende el programa de apoyo psicológico que ha puesto Sacyl a disposición de los sanitarios, liderado por el servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid. El programa ha dividido al equipo para trabajar en dos líneas. Parte del mismo se dedica a trabajar con los sanitarios de manera intrahospitalaria y el resto, a través de Atención Primaria, como es el caso de Antía Briones, una de las psicólogas implicadas. Cuenta esta profesional que por ahora los profesionales que requieren de su ayuda llegan con síntomas de alteración del patrón del sueño, así como de «angustia, ansiedad, cansancio y sobre todo estrés por la intensidad del trabajo», pero que a largo plazo no descartan que puedan aparecer «cuadros depresivos u otro tipo de síntomas postraumáticos». Programa de apoyo Las solicitudes de consultas les llegan de manera confidencial y en función de la demanda, así se lo reparten el equipo de psicólogos y psiquiatras cuyas consultas pueden ser presenciales, telefónicas o por videconferencia en función de la necesidad, así como de la urgencia o gravedad del caso -han habilitado el correo smentalcovid19.hurh@saludcastillayleon.es-. Por ahora, la atención es individual «pero también está pensada una atención grupal en el momento en que podamos volver a juntarnos». El programa acaba de arrancar, pero prevén que «va a aumentar el número de solicitudes muchísimo en las próximas semanas». Un trabajo que sumarán a la atención del resto de pacientes, que hoy continúan manteniendo. En este aspecto también auguran una mayor demanda superada la crisis porque «esto a largo plazo traerá consecuencias a diferentes niveles en toda la población». Como parte del programa, este servicio ha elaborado una guía destinada a los sanitarios basada en la experiencia profesional china en la que han apostado «fundamentalmente por lo visual, ya que el nivel de cansancio mental, sumado a la saturación de información, hace más difícil que los mensajes o pautas escritas lleguen a ser bien procesados por los profesionales», explica la doctora Irene Muñoz León, una de las coordinadoras del programa. La guía resume en 9 ítems con potentes ilustraciones aspectos como el autocuidado, la introspección o la necesidad de escucharse: «Muchas veces en estos casos vivimos con una negación de los sentimientos», considera la doctora, lo que les impide reconocer que están teniendo problemas para la «gestión emocional». Coincide la doctora Muñoz León con su compañera en que esta situación también traerá consecuencias a largo plazo no sólo a los sanitarios, sino también para el resto de la población. A las situaciones de aislamiento se suman la pérdida de familiares, el duelo que no se ha podido hacer, «y luego vendrán los efectos laborales y económicos»: «Probablemente la vuelta a la normalidad no va a ser empezar de cero, sino que vamos a tener una readaptación. Esto nos cambiará como sociedad».
FUENTE DIARIO ABC: