Adiós a Campa, el «protector» de Di Stéfano

Se llamaba Aurelio Campa Serrano. Nació en 1933 en Madrid y falleció en Londres hace dos días. Fue el seguro de vida para Gento y Di Stéfano. Central al viejo estilo, duro,

sobrio, ganó dos Ligas, las primeras del Real Madrid tras 21 años. Y la Copa Latina de 1955. Cabello tupido, rizado, negro como el azabache, la fuerza de su mata de pelo recordaba a Zarra, que no podía peinarse. Buen amigo de Miguel Muñoz, era el «cerrajero» de la casa blanca. Era el «protector» ideal en aquel Real Madrid que había fichado a Di Stéfano y Gento con el fin de volver a los éxitos en la Liga tras veinte años de sequía, dos décadas en las que el conjunto blanco conquistó cuatro Copas y se introdujo en la locura de construir el estadio de Chamartín con bonos que los socios cubrieron religiosamente en aquellos duros años posteriores a la guerra. Campa disfrutó el estreno del Real Madrid triunfador, debutó junto a Gento y Di Stéfano en 1953 y ganó esas dos Ligas consecutivas, más la Copa Latina del 55 Esa inmersión económica de un loco genial, Bernabéu, impidió al presidente reforzar el equipo hasta que, rematado el estadio, había que ponerle figuras para llenarlo. Di Stéfano era la estrella. El novel Gento vino del Racing. Y Campa, formado en la cantera madridista, regresó del Betis para potenciar la defensa en el gran objetivo de conseguir por fin la Liga. El joven Aurelio, que era internacional español con la selección B juvenil, había destacado en el cuadro verdiblanco y el Real Madrid le llamaba a filas para alcanzar la meta tan ansiada por Bernabéu. Nunca fue, Aurelio, titular indiscutible. Era muy joven, pero se convirtió en un suplente cualificado. Duro, rápido, enérgico, sanguíneo, el central inspiraba tranquilidad a los líderes de aquel equipo. Fue el protector detrás de Miguel Muñoz, un centrocampista incansable. Inspiraba serenidad a Di Stéfano, el goleador, y a Paco Gento, la bala para romper a los rivales. Los delanteros jugaban sin mirar atrás si veían a Muñoz y a Campa. Todo estaba bien protegido. Era un zaguero del viejo estilo. Muñoz le pedía que defendiera sin florituras, que para eso estaban Alfredo y Paco. Y así lo hacía. Miguel Muñoz era egoísta, porque Aurelio le cubría a él cuando subía al atgaque. Tampoco echaba un ojo atrás, allí estaba su amigo. Con el canterano en la retaguardia pasaba el balón o el rival, nunca ambos a la vez. Fueron días gloriosos. Celebró dos Ligas consecutivas en un equipo que despegaba hacia el Olimpo. También se adjudicó la Copa Latina del 55. Y le fichó la Unión Deportiva Las Palmas. Se marchó cedido al Badajoz y al Granada, al que ascendió a Primera en 1957. Su rendimiento le permitió regresar al equipo canario, donde jugó cuatro años consecutivos. Aurelio siempre recordaba a aquel Real Madrid. Vislumbró la leyenda. Ficha de un ganador Aurelio Campa Serrano nació el 10 de mayo de 1933 en Madrid y murió en Londres el 18 de abril de 2020. Formado en el Real Madrid, fue cedido al Betis. Regresó al conjunto blanco y ganó la Liga en 1954 y 1955, año al que también sumó la Copa Latina. Luego militó en Las Palmas, Badajoz y Granada.