Íker Casillas, inmerso en la carrera hacia la presidencia de la Federación Española de Fútbol, tiene todavía un contrato que lo vincula con el Oporto hasta 2021. Ayer atendió a los medios
oficiales del club portugués, donde puso sobre la balanza su situación con el infarto de miocardio que sufrió el 1 de mayo de 2019 como trasfondo. «Algunas cosas han cambiado desde entonces, principalmente en mi cabeza. Empecé a valorar más los momentos. A veces, nosotros, los jugadores, no valoramos lo que tenemos y no creemos que podamos hacer felices a mucha gente y eso ha cambiado un poco», expuso Casillas. Al portero se le preguntó también sobre una eventual vuelta al césped, situación que el campeón del mundo despejó rápidamente: «Hay que ser realista: lo más importante es mi salud». Además, echó un vistazo atrás para recordar los complicados momentos que siguieron a aquel 1 de mayo. «Después del ataque al corazón, estuve triste durante aproximadamente un mes, tenía miedo de caminar, dormir y hacer algún esfuerzo físico. Era imposible. Ahora no, me siento bien. Pero también tengo mucha medicación que me hacen sentir bien. Creo que sólo los médicos pueden decir lo que puedo o no puedo hacer», declaró.
Fuente La Razon: