Unos pocos meses antes de que nuestro mundo se viniera abajo, Jairo Zavala publicó un disco dedicado a la infancia basado en las canciones que cantaba con su familia, fuera de
los grandes escenarios. «Quiero descansar», «Palabra favorita», «Niño triste», «Despierta» o «Ya no estamos solos» son algunos de sus títulos. Algunas se las cantaba su abuela cuando era pequeño, y otras se las canta él ahora a sus hijos, que han crecido en un ambiente lleno de armonías. El disco, llamado «Érase una vez», es un homenaje a esos instantes en los que el hogar se convierte en un gran concierto lleno de alegría y buen humor, a esos momentos que tanta vida pueden darnos en estos tiempos de confinamiento. Su disco es muy recomendable en estos momentos. Tienes razón. Puede reconfortar y ayudar mucho a la gente que tiene familias, sobre todo a los padres que tienen dos, tres más niños en un piso pequeño, que son los verdaderos héroes y resilientes. Aguantar así dos meses es de una heroicidad enorme. En su casa la música siempre ha sido importante, pero imagino que ahora más. Sí, pero yo no impongo nada a mis hijos. Que escuchen la música que quieran, que lean los libros que les apetezca. Cada uno sabe qué le puede aportar cada cosa. Lo importante es que sepan que sin cultura, la vida no merece la pena. Les ayuda a comprender lo incomprensible, les ayuda a soportar dificultades, a gestionar sus emociones y sentimientos. Ya lo dijo Churchill: «Luchamos por la cultura». Es un gran momento para redescubrir ese poder de la música, y sobre todo redescubrir cómo puede influir en los niños. Desde luego. Para mí siempre ha sido una cosa natural, pero recomiendo a la gente que use este arma entre comillas, que nos ayuda a sanar. Además de la música, en casa hemos establecido una hora de lectura. Al principio fue una pelea tremenda (risas), pero al final los libros van cayendo. Intentamos sacar algo positivo de todo esto. ¿Cree que este confinamiento dejará mucha huella en los niños? ¿O confía en su capacidad autoregenerativa? Confío totalmente en esa capacidad. Los niños nos dan mil vueltas en ese sentido. Son capaces de ilusionar nudos gordianos y lo que haga falta. Espero que cuando esto se normalice, si es que se normaliza, no nos olvidemos de las cosas buenas que estamos descubriendo, para poder construir un mundo mejor, y tengamos actitudes más benevolentes con el prójimo. Ha dicho «si es que se normaliza». ¿Tiene momentos de mucha ansiedad? Hombre, claro. Como todos imagino. Hay momentos de mucha ansiedad, y de tristeza infinita al escuchar las historias que oímos en las noticias. Es demoledor. Pero me acuerdo de mis abuelos cuando me contaban historias de la guerra, y dijo «¡uf!». O cuando me llaman amigos latinoamericanos y me dicen que por lo menos en España tenemos «el privilegio» de la cuarentena. Hay gente que no puede plantearse quedarse en casa ni un sólo día, porque entonces no come. Hay que pensar eso, que tenemos opciones. Su disco anterior tiene un título que parece también diseñado para esta crisis: «Todo va a salir bien». ¿Cree que hay que darles ese mensaje a los niños, aunque ni nosotros mismos sepamos si es verdad? No nos queda otra. Esto esto más importante. No hay que ceder, no hay que rendirse. La historia nos demuestra que la gente que no se ha rendido es la que ha podido con todo. Todos sus conciertos de la gira «Érase una vez» han sido cancelados, claro. Sí, y es una pena porque iba a ser en auditorios, con un formato interactivo y había mucha demanda porque es un enfoque musical muy interesante de ver y oír. Pero bueno, ya se hará. Es un concepto atemporal, porque niños siempre va a haber. ¿Tiene mucho miedo por el futuro de su profesión? Sí, pero el miedo hay que controlarlo. Tenemos que pensar que va a haber luz, aunque ahora se vea todo muy oscuro. Lo que más miedo me da es que la cultura no tenga un lugar relevante en la agenda política, teniendo la riqueza cultural que tenemos en España. Yo les preguntaría a los políticos si serían capaces de pasar esta pandemia sin leerse un solo libro, sin escuchar un solo disco o ver una sola película. No creo que puedan sin volverse locos. Este viernes participó en el concierto online que se proyectó en pantallas para los médicos de Ifema. ¿Cómo se sintió? Me emocioné al ver la reacción, las sonrisas, las miradas. Con ese pequeño granito de arena a lo mejor ayudamos a que se pudieran evadir un momento de ese esfuerzo titánico que están haciendo. Es emocionante sentirte parte de esto, y ver que la Cultura sirve para abrazar.
FUENTE DIARIO ABC: