Los bares, restaurantes y cafeterías de Madrid aceleran para tener lista su reapertura tras el confinamiento. Si bien no hay todavía una fecha para el regreso a la actividad, el Ayuntamiento de
la capital y el sector se reúnen este viernes para marcar una hoja de ruta de cara a la desescalada. Hostelería Madrid, que ya puso sobre la mesa la necesidad de potenciar las terrazas –apoyada por Plataforma por el Ocio–, planteó este jueves una guía sanitaria para cumplir con los requisitos de seguridad, planificada en tres fases: preapertura, puesta en marcha y postapertura. El equipo de Gobierno de PP y Cs anunció este jueves que quiere adelantar la apertura de la hostelería respecto a los plazos marcados por el Ministerio de Trabajo, que marca el horizonte a finales de año, ya que lo contrario supondría el cierre de un gran número de negocios. El trabajo en ese sentido será consensuado con las asociaciones del sector, que comparten la necesidad de abordar esta problemática con celeridad. Los hosteleros plantean el primer día tras el estado de alarma con un plan de limpieza y desinfección. Aseguran que la apertura no tendrá por qué ser necesariamente con la misma oferta ni con el mismo horario: «Tendremos que adaptarnos a la nueva demanda y las nuevas costumbres». Así, se hará una evaluación de la carta, con atención al personal operativo y a los productos disponibles. El sector advierte también de que se avecina un escenario con proveedores inéditos, habida cuenta de que deberán adquirir equipos de protección con mascarillas, guantes y mamparas. Esta cuestión fue abordada este jueves por la vicealcaldesa, Begoña Villacís, que anunció la predisposición de Madrid a iniciar esas adquisiciones. «España está llegando tarde a todo, al confinamiento, a las mascarillas, a los test, análisis serológicos, no queremos llegar tarde, queremos anticiparnos. Si lo que vamos a tener que comprar dentro de un mes son mamparas queremos comprarlas ya», apuntó. Quejas vecinales Plataforma por el ocio mostró su «voluntad de activar el proceso de diálogo» para adelantar los plazos. No obstante, dejó claro a través de un comunicado que la flexibilización del horario de terrazas y los permisos no significa que se proceda a una liberalización de la gestión administrativa de los veladores, sino crear nuevos espacios que permitan volver a la actividad en la medida de lo posible. «Queriendo salir al paso de cualquier malinterpretación que haya podido provocar la propuesta del colectivo hostelero, las organizaciones sectoriales no están planteando la liberalización de la gestión administrativa de las terrazas, sino de lo que se trata es de crear un espacio en la vía pública que permita reactivar la actividad económica de los sectores del ocio, el turismo, la cultura y la hostelería, ante la previsible desconfianza de los ciudadanos por acceder a espacios cerrados», matizaron desde esta asociación. La aclaración de la plataforma, precisamente, llegó casi en paralelo a la queja de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos Madrid Centro ante lo que consideran una presión de los empresarios para «convertir las calles de nuestros barrios en bares al aire libre». «La legislación contra el ruido, que protege el derecho fundamental a tener una vida saludable en nuestras viviendas, no puede ser bajo ningún concepto un instrumento que se acomode a sus intereses», dicen en alusión a la intención de potenciar las terrazas. Así, tras tildar el planteamiento de los hosteleros de «frivolidad» por el contexto actual, instan al Ayuntamiento a desarrollar una política de dispersión de los bares y restaurantes, concentrados en el distrito Centro, y «diluir las actividades hosteleras y la concentración de personas que generan en la trama urbana». «Para salir de esta crisis el apoyo al pequeño comercio, y a la hostelería, será fundamental, pero no permitiendo el hacinamiento, la concentración y la reducción de distancias como los hosteleros reclaman», concluyen desde las asociaciones de vecinos. Guía técnica Uno de los puntos fundamentales es el protocolo para camareros o cocineros. Según la propuesta trasladada a las administraciones, será obligatorio que accedan a su puesto con la ropa y el calzado de trabajo; deberán llevar su uniforme limpio, mascarillas y las manos lavadas Quedarán prohibidas las salidas al exterior para fumar o para compras imprevistas, así como el uso del teléfono móvil y otros efectos personales durante el servicio. Además del uso de los equipos de protección y el lavado de manos de forma periódica, complementado con el uso de geles hidroalcohólicos, la guía prevé la desinfección de los productos que lleguen, primordialmente en una zona cercana a la entrada. También marca la forma de trabajar en cocina, sala o barra. La idea inicial es que, en la medida de lo posible, se delimiten los espacios de trabajo en el primer caso con cintas de seguridad. Respecto a la atención al cliente, se reestructurarán las mesas para respetar las distancias y se valorará si pueden mantenerse las barras operativas. Desde la asociación señalan que se estudiará si se mantiene el servicio en las mesas o si serán los comensales quienes se acerquen para recoger sus pedidos.
FUENTE DIARIO ABC: