Oferta del canje: el mercado evalúa alternativas de la deuda para llevarle a Guzmán

Los principales acreedores expresaron su rechazo a la oferta del Gobierno a comienzos de esta semana. Y la respuesta oficial no tardó en llegar: el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo

a los pocos días que “más no se puede ofrecer y no lo vamos a hacer”.

Los consorcios principales de tenedores de bonos argentinos trabajan ahora en presentar un plan al equipo económico en la línea que el ministro pretende. En paralelo, y en las últimas horas, expertos se pusieron a hacer cuentas y planteos de cómo el Gobierno podría mejorar la propuesta sin alterar los términos que Guzmán pretende cumplir a rajatabla: la sostenibilidad de la deuda tal cuál la definió él y el Fondo Monetario Internacional.

La consultora Consultatio, en un informe de ayer, señaló que una manera de mejorar el valor de la oferta podría ser si el Gobierno disminuye la incertidumbre acerca de cómo piensa volver a hacer crecer la economía, equilibrar sus cuentas y así dar certeza de que podrá pagarle a los bondholders en los próximos años. Plantea que una alternativa sería poder mostrar el respaldo de otros actores políticos a sus planes, como la oposición o el propio FMI. Esto podría agregarle unos US$ 7,4 al valor de la oferta. Por otra parte, calcula la misma consultora, otros US$ 13 podrían sumarse a los precios de los bonos que ofrecen en el canje, si pusieran en la mesa los siguientes tres endulzantes: el reconocimiento de los intereses corridos vía pago en efectivo; la disminución de período de gracia a sólo 6 meses y la capitalización de la diferencia entre el cupón efectivo de la estructura original y el máximo cupón. De este modo, el valor de la oferta pasaría de casi US$ 30 a unos US$ 52.

El ex viceministro de Economía Emmanuel Alvarez Agis, por su parte, sostuvo en la semana que hay espacio para que la oferta del Gobierno mejore. En términos de plata el acuerdo está cerca, en términos de estructura lejos. Para que el diálogo fluya, si la oferta de Guzmán se apoya en dos pilares que son tiempo y cupón, la contraoferta conviene que no voltee ninguno de esos dos pilares”. Por ‘tiempo’ y ‘cupón’, el economista se refiere a dos de las principales características del plan Guzmán: básicamente por un período de tres años Argentina no concretará ningún pago y al principio esos pagos serán muy bajos. Según la consultora ACM, la propuesta de Guzmán resulta “un buen punto de partida”.

Una restricción que enfrentar el gobierno argentino es la del FMI que dijo que para hacer sostenible la deuda el pago de la deuda en dólares después de 2024 no puede superar el techo del 3% del PBI. “Calculamos que por ejemplo que la propuesta de Guzman paga en 2028 cerca de 2% del PBI. Esto quiere decir que la Argentina puede mejorar su propuesta sin vulnerar la sostenibilidad de la deuda en US$ 4.500 millones. ¿Hay más margen? Lo hay”, razona Agis.

El FMI, en su último informe sobre la Argentina, estimó que el alivio de pago de intereses de la deuda que la Argentina debería conseguir por parte de los privados para así poder cumplir con el repago de la deuda a los acreedores oficiales, entre ellos el propio organismo, debería oscilar entre US$ 50.000 millones y US$ 85.000 millones entre 2020 y 2030.

Precisamente el rol del organismo es otra variable que los acreedores deberán tener en cuenta a la hora de sentarse a la mesa a negociar con el gobierno argentino. ¿Cuál será el rol del FMI? En su último informe de la consultor pxq, Agis sostiene que “Estamos en un dilema de tres prisioneros y todos tienen que hacer un esfuerzo para llegar a un equilibrio cooperativo. Argentina tiene que hacer un esfuerzo, los acreedores aceptar una reestructuración y el FMI entender que Argentina no puede hacer un desembolso de US$ 20.000 millones en un año en algún momento de los próximos 20 años. Hay una posibilidad de arreglo que implica que Argentina tiene que aceptar una contraoferta pero que esa contraoferta implicará una fuerte perdida de valor para los bonistas. ¿Está el Gobierno en condiciones de mejorar la oferta? En principio, sí, pero sólo si el FMI acepta un esquema de pagos espaciado en el tiempo”.

Para ACM, “si se propusiese un cupón de 1,5% en lugar del 0,5% ofrecido, y, de esta forma, se comenzase a pagar 1,5% en 2021, existiría un fuerte incremento en los valores presentes de los nuevos bonos con respecto a la propuesta original. En cuanto a los costos fiscales, dicha propuesta equivaldría a US$ 920 millones extras (0,2% – 0,3% del PBI), monto que no afectaría en gran medida la sustentabilidad de la deuda y, definitivamente, podría ayudar a acercar posiciones con los bonistas”. Los economistas de ACM, aclaran que “el ejercicio no es una propuesta, sino un ejemplo de que hay vías”.

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