La Segunda división B, tercer escalón del fútbol español, vive el confinamiento muy pendiente de la decisión que la Federación adoptará la próxima semana respecto a la finalización de la Liga. La
propuesta inicial de la RFEF apuntaba la disputa de un playoff exprés de ascenso para poner fin a una temporada en la que ningún club perdería la categoría. Un escenario totalmente diferente al que se vivió en la temporada 1985-86, en la que acabaron perdiendo la categoría 13 de los 20 conjuntos en cada uno de los dos grupos que formaban entonces esta división. Una escabechina porque de los 40 participantes en aquel campeonato, 26 terminaron descendiendo a Tercera división. El motivo, la reestructuración que debía ejecutarse el siguiente año en el fútbol de bronce. La Segunda división B, que vio la luz en temporada 1977-78 como una categoría intermedia entre la Segunda y la Tercera división, ha sufrido varios cambios de formato y un amplio número de clubes reclaman ahora a la RFEF una nueva reestructuración como solución al problema generado por el parón de la Liga como consecuencia del coronavirus. Actualmente la disputaban 80 equipos repartidos en cuatro grupos, pero en la campaña de su fundación estaba formada por dos grupos, compuesto cada uno de ellos por veinte clubes. La temporada 1985-86 resultó agónica para los aficionados de los 40 equipos que componían esta categoría porque, debido a la reducción en la Segunda División, se decidió que aquel curso sólo ascendieran los campeones de los dos grupos de Segunda B y que descendieran a Tercera división los 13 últimos clasificados de cada grupo. Una reestructuración drástica porque hasta 26 conjuntos perdieron aquel año la categoría. En el Grupo I descendieron San Sebastián, Pontevedra, Hospitalet, Zamora, Binéfar, Andorra, Nástic, FC Andorra, Sporting Atlético, Arosa, Compostela y Barcelona Aficionados. Los dos primeros clubes de la lista, sin embargo, consiguieron mantener la categoría al ser repescados debido al descenso administrativo de Deportivo Alavés y Palencia. En el Grupo II, los trece conjuntos que bajaron a Tercera fueron: Calvo Sotelo, Orihuela Deportiva, Levante UD, AD Parla, Talavera CF, UP Plasencia, Linares CF, Betis Deportivo, CD Manacor, RSD Alcalá, Real Jaén, Algeciras CF y Lorca Deportiva. Una criba que mandó a 26 equipos a Tercera división y que supuso que la temporada 1986-87, de forma transitoria, la Segunda B estuviera formada por un grupo único de 22 equipos. La escabechina realizada la campaña 85-86 llama aún más la atención porque en la Liga 1987-88 en la categoría de bronce pasó a estar formada por 80 equipos, que quedaron divididos en cuatro grupos, como en el actual formato, aunque entonces no existía playoff de ascenso y subían directamente los campeones de grupo. Un formato que se mantuvo hasta el curso 1990-91, cuando se introdujo una liguilla de ascenso a Segunda. Muchos años después de aquella temporada de descensos masivos en Segunda B, muchos aficionados de esos equipos todavía se preguntan por qué bajaron entonces tantos equipos si un año después la categoría se pasó a ser ampliada de 22 a 80 conjuntos.
Fuente La Razon: