Al cobijo del paraguas de los municipios enclavados en otra provincia distinta a la que pertenecen, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) logró ayer, aunque de manera temporal y merced a la crisis
sanitaria del Covid-19, hacer realidad una de sus eternas aspiraciones: que el enclave burgalés de Treviño -formado por las localidades de Treviño y la Puebla de Arganzón- camine de la mano de Álava en la desescalada. Todo gracias a una enmienda de los nacionalistas vascos a cambio de dar su apoyo a la prórroga del estado de alarma solicitado por el Gobierno de Pedro Sánchez al Congreso. Una decisión que no ha gustado a la Junta, que insiste en que la desescalada debe hacerse siguiendo criterios sanitarios y «no políticos» y que Treviño es de Castilla y León. El «día a día» de estos enclaves está vinculado a la provincia que les circunda y «lo lógico» en este periodo de ir dejando atrás el confinamiento es que los enclaves «reciban el tratamiento propio de la provincia que les circunda, sin que sea obstáculo que ésta pertenezca a Comunidad autónoma distinta a la de aquellos», argumentó Esteban. Insistió en hay municipios con un término pequeño que «los pobres no van a poder salir del pueblo». «Detallitos. Que desde Madrid parece todo plano, pero el mundo es redondo y muy complicado», recalcó. Desde la Junta, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, mostró su rechazo a que la gestión de la desescalada de Treviño se haga desde Álava. «No nos parece razonable que en una crisis sanitaria y epidemiológica de esta envergadura no se utilicen criterios sanitarios sino políticos, dependiendo de la fuerza negociadora de un partido», recalcó. Insistió en que Treviño «es territorio de Castilla y León» y mostró su deseo de que la decisión adoptada por el Gobierno de Sánchez «se quede sólo en el ámbito en el que tiene que estar, que es el sanitario». Por eso, apeló a que «no vaya a otros ámbitos porque si no, nos confundiremos». «La gestión sanitaria de todo el territorio de Castilla y León sólo corresponde a la Consejería de Sanidad de Castilla y León», subrayó también a través de Twitter el vicepresidente , Francisco Igea (Cs). «Puerta de atrás» Desde la Diputación de Burgos, su vicepresidente segundo y portavoz del PP, Borja Suárez, confió en que esta propuesta «no sirva por la puerta de atrás» para avanzar en una segregación territorial administrativa del Condado de Treviño, informa Ical. Y consideró que «lo que es más grave» es que se ha hecho «sin contar con los representantes de las administraciones a los que pertenecen esos habitantes». Desde el PSOE «no» ven «problema» a esta decisión.
FUENTE DIARIO ABC: