En la lucha contra el coronavirus y pensando en la forma más segura de salir de la cuarentena, un grupo de expertos de diferentes universidades
-la Tecnológica de Queensland, Oxford y Melbourne- proponen que se otorguen permisos para ir a trabajar según el número de la casa de cada persona.
Una posibilidad es destinar días para que “los pares” relajen la cuarentena y otros para “los impares”. También podrían dividirlo por semana.
El trabajo se llama “Una estrategia de salida basada en la evidencia para relajar las medidas de distanciamiento social para prevenir la propagación del SARS-CoV-2” y fue publicado en el British Medical Journal.
El documento recomienda que los gobiernos de todo el mundo usen un enfoque de “probabilidades” para permitir que las personas vuelvan a trabajar y disfruten de otras actividades.
“El distanciamiento social ha demostrado reducir la tasa de transmisión de Covid-19, pero ha tenido un impacto negativo en la economía y ha creado otros problemas de salud“, señaló Adrian Barnett, coautor de la propuesta y profesor de la Escuela de Salud Pública y Trabajo Social de la Universidad Tecnológica de Queensland.
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“Un problema importante con la relajación de las restricciones demasiado rápido es la evidencia limitada de cómo esto afectará la transmisión del virus y nadie quiere ver otra ola de infección y muertes que conduzca a un retorno al bloqueo”, agregó el especialista.
En ese sentido, explicó que la “solución provisoria” debe basarse en la salida según el número de su casa: “Por ejemplo, las personas en casas con números impares tienen restricciones relajadas en días impares del mes y los números pares, en días pares”, detalló.
“Esto reduce a la mitad la circulación de la población, lo que hace que disminuya el riesgo de que ocurra una nueva ola, y crea datos útiles para juzgar si las restricciones se pueden aliviar aún más o deberían ser más estrictas”, sumó.
Como antecedentes, señala limitaciones diarias basadas en el número de la patente de los vehículos, para evitar congestión y contaminación, algo que se hizo en Beijing, Roma, París y México.
“En cuanto a Covid-19, estamos viendo políticas nacionales similares, como en Columbia, donde se han implementado restricciones por género. En Bolivia, Honduras y Panamá están utilizando el número de documento para aplicar restricciones “, sostuvo Barnett.
Por último, destacó que los gobiernos se enfrentarán a desafíos en relación a su cumplimiento. “Siempre habrá personas que elijan no obedecer las reglas. A pesar de los posibles problemas, este enfoque reinicia parcialmente la economía y proporciona datos experimentales valiosos, por lo que tiene múltiples beneficios”, reflexionó
Para Lautaro de Vedia, infectólogo con Hospital Muñiz, “el concepto de dividir para atenuar el riesgo es correcto”. “La dificultad es que ese sistema es difícil de controlar y los argentinos no somos muy obedientes“, advierte el ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Igualmente, asegura que algo de ese estilo habrá que hacer como “distribuir la hora pico haciendo que cada rubro arranque en un horario diferente”.
“Toda medida que tienda a salir de a poco va a ayudar. Aunque es importante que siempre mantengamos las premisas principales: la distancia social, el uso de tapabocas y el lavado de manos“, indica.
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