Un alcalde de Bildu se reúne con una veintena de personas en la calle pese al confinamiento

La escena era inusual, dado el estado de emergencia sanitaria, y lógicamente sorprendió a los vecinos que se la encontraron cuando acudían a hacer la compra. «Agazapadas» en la entrada trasera de

la iglesia de Usánsolo, en Vizcaya, una veintena de personas celebraban reunión a pesar de las restricciones decretadas por el Gobierno para contener la expansión del coronavirus. La improvisada junta comenzó a las cinco y media de la tarde del pasado jueves, y en ella tomaron parte, entre otros, el alcalde de Galdácano, Iñigo Hernando (EH Bildu); y varios de sus concejales. La cita terminó de forma abrupta con la llegada de agentes de la Ertzaintza. El Ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, convocó la tarde del pasado 7 de mayo a diversos hosteleros para informarles de las medidas que se iban a adoptar para facilitar el regreso a la actividad de bares y cafeterías. Aunque en un primer momento la reunión iba a tener lugar en la plaza Ander Deuna de Usánsolo, un núcleo urbano perteneciente al municipio de Galdácano, finalmente se trasladó hasta la parte trasera de la parroquia de San Andrés. Un lugar que, según comentan vecinos de la localidad, «lo usan los chavales muchas veces para esconderse, para fumar o cosas así». Uno de los testigos de la escena, que pasaba por allí para ir a un supermercado cercano, reconoce que le «llamó la atención» encontrarse a tanta gente en un mismo punto. «Subiendo por la cuestita de la iglesia vi a veintitantas personas sentadas en sillas que habían sacado de un bar que hacía cerca», explica. Mayor fue su sorpresa cuando reconoció entre la multitud a Iñigo Hernando, dirigente de EH Bildu que tras las elecciones de mayo arrebató la alcaldía al PNV gracias al apoyo de plataformas independientes. Según ha podido saber ABC, en el encuentro del jueves también estuvieron presentes los concejales de Usánsolo Herria (UH) Iñaki Urgoiti y Juan Agustín Aizpuru, así como Javier Ibarreche, edil de Auzoak, entre otros. El encuentro resultaba ya inadecuado de por sí en pleno estado de alarma sanitaria, pero además varios dirigente políticos que participaron en él tuvieron que desplazarse de Galdácano a Usánsolo, separados por poco menos de cuatro kilómetros. Algunos hosteleros protestan también por el riesgo que les supuso para su propia salud un acto que podría haberse celebrado de forma telemática, como ocurre con las sesiones plenarias del Ayuntamiento. Llamada a la Policía La reunión se alargó durante aproximadamente una hora. Durante el transcurso de la misma, según comenta un hostelero que estuvo presente, uno de los concejales recibió una llamada en la que se le advirtió de que debían marcharse porque estaban llegando quejas de los vecinos a la Policía. Una de las llamadas de denuncia se registró en la comisaría de Galdácano en torno a las 18.08 horas, unos 40 minutos después de que comenzara la junta. Poco después se personaron al menos dos patrullas de la Ertzaintza en la iglesia, asevera un testigo: «Llegaron cuando estaban casi metiendo las sillas en el bar», apunta. Fuentes de la Policía autonómica confirmaron que no consta ninguna denuncia. Otro hostelero lamentaba a través de un mensaje por el móvil lo sucedido: «Menudo marrón, yo pensé que siendo del Ayuntamiento teníamos permiso —confiesa—. Si llegan a multarnos menudo apaño nos hace a todos». El alcalde del municipio, Iñigo Hernando declinó ayer atender las consultas de ABC. Por su parte, el concejal de UH Juan Agustín Aizpuru aseguró desconocer los hechos, y tampoco ofreció a este periódico mayor información. Nueva polémica Ante los problemas que tuvo con la Policía en la reunión del jueves, el Ayuntamiento canceló «por razones de seguridad establecidos durante el Estado de Alarma» otro encuentro con hosteleros que estaba previsto para el día siguiente, 8 de mayo, «en los soportales de Gandasegi» de Galdácano. Allí no se presentó nadie, pero un grupo de unas 10 personas fue fotografiado a las 11.30 horas en la puerta trasera del Consistorio, que da al salón de plenos. Precisamente, en la comisión de Hacienda que tuvo lugar ese día el concejal Javier Ibarreche, de Promoción Económica, comentó que tendrían un encuentro posterior con hosteleros que se llevaría a cabo con mascarillas, por lo que «se entiende», según las fuentes consultadas, que los que estaban en la puerta trasera eran los que iban a acudir a esa reunión. En este sentido, denuncian que «un funcionario, para ir al Ayuntamiento, tiene que tener un certificado y permiso del alcalde, pero estos después hacen salir a ciudadanos fuera del horario permitido para mantener reuniones a puerta cerrada en el Ayuntamiento». Las mismas fuentes aseveran que en las últimas semanas ha habido más reuniones «celebradas presencialmente» en despachos cerrados y «con más de cinco personas», incluidos «ciudadanos de calle».

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/pais-vasco/abci-alcalde-bildu-reune-veintena-personas-calle-pese-confinamiento-202005110228_noticia.html

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