Ataque de cuernos a la catalana

A todos aquellos que predijeron movimientos telúricos en Ciudadanos, un cambio de alianzas en ciernes, mociones de censura contra el PP en las autonomías, o un giro al centro de Pedro Sánchez

en busca de nuevas mayorías de legislatura con Inés Arrimadas, la validez de su pronóstico no les ha durado dos semanas. Ciudadanos salvó la votación más determinante de Sánchez durante el estado de alarma con un voto afirmativo que permitió su prórroga quince días. Hoy, cuando Sánchez negocia a cuatro bandas para imponer una alarma superior a un mes, Arrimadas se ha sabido al fin la pardilla de una operación relámpago y fallida en la que ha realizado su penúltimo servicio a la incoherencia en busca de titulares constructivos. Y progresistas, por supuesto. Sánchez se ha convertido en un aritmético del big data parlamentario, y ahora toca agradar de nuevo a ERC o, en su defecto, al PDECat. O a los dos a la vez si se tercia, para sobrevivir a su propia pandemia gubernamental. El partido de Joaquim Torra ya se ha abstenido dos veces, ha votado en contra otras dos… y ahora que la alarma se extiende a un mes, sopesa votar a favor a cambio de que el presidente de la Generalitat asuma la autoridad del mando único para Cataluña. ERC lleva días insinuando la abstención y dejándose querer para ascender al «sí» salvador en la escala de méritos del sanchismo. Pero puede haber intuido tarde la jugada. Las negociaciones entre Moncloa y el separatismo fueron ayer un ataque de cuernos a la catalana. ERC pretende elecciones autonómicas cuanto antes con una inusitada presión sobre Torra, mientras éste, que nunca dio fecha para las comicios en su enésimo fraude dialéctico, se gusta ahora en su pulso a Sánchez sin convocar a las urnas. A ERC empieza a escapársele el control de la legislatura y el manejo de su chantaje a Sánchez, porque Moncloa, en otro viraje propio del manual de un superviviente justo de escrúpulos, sopesa hoy cuidar a Torra más que a Oriol Junqueras. Mientras le cuadre la mayoría, lo mismo da Ciudadanos que el separatismo. Sánchez gana.