Justicia poética para el catedrático repudiado

Tenía que ser el equipo de historiadores de la Universidad del País Vasco (UPV) el que impidiera el burdo intento de emborronar la resistencia a ETA desde las aulas. El director del

Departamento de Historia Contemporánea, Mikel Urquijo, decidió avalar la condición de emérito de Francisco Llera, politólogo responsable del Euskobarómetro, después de leer en el periódico cómo sus propios compañeros de Ciencias Políticas se la negaban. En una vendetta injustificable, Llera cosechó de sus «colegas» de Políticas un voto a favor, dos en contra y doce abstenciones vergonzantes que echaban por tierra su deseo de seguir en las aulas por unos años más después de haber cumplido 70 este mes de abril. Tras 45 años de docencia, perseguido por la banda terrorista y maltratado por el Rectorado que le obligó a volver para «normalizarse» sin ETA tras años de exilio forzoso en la universidad de Sevilla, se le decretaba sin razón académica la muerte civil a quien de hecho es el único catedrático de Políticas en el campus. La Rectora, Nekane Balluerka, le había anticipado ya que sin ese aval no podría quedarse. Pero ahora sus compañeros de Historia le rescatan para que pueda seguir ejerciendo en el campus de Lejona (Vizcaya). Urquijo propuso su nombre en una reunión telemática el pasado 4 de mayo, según adelantó ayer El País. Llera obtuvo el respaldo unánime de los 28 miembros del consejo del Departamento que se conectaron ese día, según corroboran a ABC varios de los participantes. La gran mayoría son profesores que ensalzan la figura de Llera y sus méritos sobrados, aunque evitan el choque frontal con el Departamento de Políticas. «No hubo voces discrepantes. Todos estuvimos de acuerdo en que nos debíamos centrar en su currículum y en cuestiones académicas, sin entrar a valorar por qué su Departamento había votado de ese modo», señala uno de los docentes a este diario. «Reconocemos una trayectoria académica brillante, el curriculum no es una cuestión de opinión, no es subjetivo», asegura el responsable de Historia Contemporánea, quien defiende la integración de Llera en su Departamento. «Tenemos vocación interdisciplinar. Hay relación con él hace muchos años y todos estuvimos de acuerdo», añade Urquijo, que valora la experiencia que Llera aportará a los docentes e investigadores más jóvenes. «Es un reconocimiento académico que pensamos que lo merece, para nosotros también es bueno», insiste. La decisión está ahora en manos de la Comisión del Profesorado (de toda la universidad), que deberá avalar la candidatura y elevarla al Consejo de Gobierno y Rectorado. Llera, que ha recibido una ola de solidaridad de profesores universitarios de toda España, confía en que no habrá más problemas. «Lo último que sé es que se ha incorporado a mi expediente. No tienen excusa», apunta el catedrático candidato. Hay un precedente así en la facultad: la profesora de Lingüística Karmele Rotaetxe fue aceptada como emérita en la facultad de Políticas tras ser rechazada en la suya. «Es de justicia. Son los historiadores de la UPV, que no han cerrado los ojos al intento descarado de borrar ni endulzar la persecucion a la libertad den el País Vasco», escribía ayer Maite Pagazaurtundua en Twitter. Frente a la amnesia colectiva sobre ETA que algunos pretenden imponer también -o sobre todo- desde la universidad se alza la voz de la Historia Contemporánea. Luis Castells, miembro de este grupo, escribió en un informe sobre «Los Profesores de la UPV frente a ETA» que coordinó Pagazaurtundua en 2015: «Como ciudadano, mi homenaje. Como historiador, mi compromiso para no olvidar».

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/abci-justicia-poetica-para-catedratico-repudiado-202005190210_noticia.html

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