El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, llegó ayer por la mañana al Congreso, sin saber qué apoyos exactos obtendría la quinta prórroga del estado de alarma. Las negociaciones con varios partidos se
extendieron a la par que el debate, entre ellos con Bildu que, a cambio de su abstención, logró arrancar al Gobierno el compromiso de derogar la reforma laboral de forma íntegra y a corto plazo. En concreto, «antes de la finalización de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno en materia económica y laboral derivadas de la crisis originada por el Covid-19», según comunicó el grupo de la izquierda abertzale. Bildu no era necesario La concesión no es baladí porque la reforma laboral es vista con buenos ojos desde Bruselas y Sánchez se encuentra en este momento negociando el paquete de ayuda fiscal por el coronavirus con sus socios europeos. La negociación se produjo, además, el mismo día que Bildu frustraba una declaración institucional del Parlamento Vasco para condenar el ataque perpetrado por radicales el martes contra el domicilio de la secretaria general del PSE, Idoia Mendia. El acuerdo incluye más concesiones. Entre ellas, mayor flexibilidad en el gasto de las entidades locales, forales y autonómicas «para políticas públicas destinadas a paliar los efectos sociales originados por la crisis del Covid-19». El documento también incluye que el endeudamiento del País Vasco y Navarra se fijará «exclusivamente» según su situación financiera, a la vez que obliga al Gobierno a rendir cuentas a Bildu «del avance en el desarrollo y grado de implementación de los acuerdos». La votación posterior puso de manifiesto, además, que Sánchez no necesitaba la abstención de Bildu. Aunque el margen de síes frente a noes fue pequeño, 15 votos, hubiera sido suficiente para prescindir de la negociación con el grupo batasuno, que solo cuenta con cinco diputados. El notable de Sánchez Mientras le negociación con Bildu se desarrollaba, en el interior del pleno Sánchez volvía a mostrarse ajeno a la lluvia de críticas. Este miércoles pidió perdón por los errores cometidos durante la gestión de la pandemia que achacó a la «urgencia» y «excepcionalidad» de la situación, pero dejó ver que los considera de tamaño menor puesto que autocalificó su actuación con un «notable». Cs se desmarca del pacto Juan Casillas.- Fuentes de la formación liberal se niegan a que se les relacione con ese pacto, anunciado una vez se ha aprobado la prórroga del estado de alarma, pero han subrayado que con los diez votos de Cs la participación de Bildu era innecesaria. Y así es. Aunque los cinco parlamentarios de la coalición heredera de la ilegalizada Batasuna hubiesen votado en contra, Pedro Sánchez habría salido victorioso en la votación para ampliar una medida excepcional que mantiene en vigor desde el 14 de marzo. Con la cifra de víctimas acercándose a las 28.000, el presidente del PP, Pablo Casado, retó a Sánchez a mirarle a los ojos y repetir que se merece esa calificación. El jefe del Ejecutivo reaccionó considerando que «criticar todo lo que hace el Gobierno es un insulto a la inteligencia» y acusó al líder de los populares de «dimitir» de la principal responsabilidad que tiene el primer grupo de la oposición, «salvar vidas», por votar en contra de la prórroga. Un rechazo que Casado argumentó por el «agujero negro para las libertades públicas» en el que el Ejecutivo ha convertido esta herramienta excepcional y que Sánchez entiende como consecuencia de que el PP ha elegido ser «extrema derecha». Más ataques a Ayuso El choque entre Sánchez y Casado fue, de nuevo, una de las constantes de la sesión de ayer y no solo a cuenta de la gestión de la pandemia. La polémica por el mantenimiento de Madrid en la fase 0 sirvió otro encontronazo entre ambos, con Sánchez defendiendo que el Gobierno solo aplica criterios técnicos y Casado exigiendo el nombre de los expertos que toman esta decisión. La portavoz socialista, Adriana Lastra, volvió a echar leña al fuego al atacar a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a la que acusó de poner en peligro la salud pública al alentar las manifestaciones contra el Ejecutivo.
FUENTE DIARIO ABC: