La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, le da vueltas a la cabeza a algunos cambios en la estructura de la administración autonómica. Ayer en la Asamblea dio algunas pinceladas de lo que
pergeña: planteó su intención de «ajustar la administración» y «reducir gasto innecesario». Y lo hizo en respuesta a una intervención de la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, en la que ésta le había pedido «desmantelar consejerías» y «bajar el sueldo a los diputados». La líder de Vox insistió en que era el momento de «recortar el gasto político ineficaz» por «prudencia», acabando con «consejerías, viceconsejerías y direcciones generales». Recriminó al Gobierno regional que apenas 24 horas antes, en el consejo de Gobierno, creara el Observatorio de la Justicia y la Competitividad:«No es momento de estar creando nuevas estructuras, sino de estar desmantelándolas». Y advirtió que «se gastan 7.500 millones de euros en sueldos» en la Comunidad de Madrid; «algo podremos hacer o «los madrileños no entenderán que nosotros mantengamos nuestras prebendas mientras ellos están sufriendo». La presidenta Díaz Ayuso, en su respuesta, ha lanzado la pista de su intención de «ajustar la administración» y ha confirmado que «estamos estudiando reducir gastos innecesarios, y nos comprometemos a invertir solo en lo necesario». Judicialización La presidenta se empleó a fondo en la defensa de sus políticas en un pleno bronco en el que recibió duros ataques de la oposición y donde la única voz pidiendo concordia fue la de Ángel Gabilondo: «Llamo a la serenidad», dijo, después de haber manifestado a Ayuso que «ni el aislamiento, ni la conflictividad, ni la judicialización de los problemas ni el enfrentamiento con el Gobierno de España es el camino». No sirvió de mucho: desde Vox le consideran «deslegitimado para liderar el entendimiento» porque «es cómplice del matonismo». Y Ayuso le recordó que era «su partido en la Moncloa» el origen de muchos problemas: «¿Cómo puedo pactar con el PSOE, si está llevando a España a la quiebra?». También le recriminó que hubieran sido «capaces de pactar con el brazo político de ETA», en referencia al acuerdo con Bildu del miércoles en el Congreso. El tercer intento de Madrid de pasar a la fase 1 no ha sido bien acogido desde los partidos de izquierda, que no consideran a la región preparada. Jacinto Morano, de Unidas Podemos, cree que faltan camas y centros de salud abiertos, y que «lo que hay que superar es la fase Díaz Ayuso». La presidenta le recordó que «mis políticas han salvado vidas», y criticó que «las fases están mal diseñadas». Con el portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyá, el debate subió de tono:él afeó la conducta de «sus amigos los “cayetanos”» con quienes según él comparte la «mentalidad de señoritos: les tiene que venir todo regalado o se indignan:el máster, el apartamento de lujo o el cambio de fase, como ahora». Después, la acusó de «altanería, arrogancia y temeridad», a lo que ella contestó que «altanería y prepotencia las suyas, que pretenden que lso ciudadanos se queden encerrados sin darles explicaciones». Les acusó de ser «dictatoriales» y defendió a la «gente que se manifiesta», que según quiso resaltar, «no lo hacen a favor, sino en contra: son ustedes los que insultando a la gente, la sacan a la calle». El popular Alfonso Serrano puso el acento en la gravedad de la situación económica:«Los comerciantes nos dicen que el Gobierno Central va a lograr con su asfixia lo que no ha hecho el virus . Los datos que aportó son terribles:hay «565.000 madrileños que están bajo un ERTE, 405.000 en el paro, y 105.000 autónomos cobrando una prestación por cese de actividad». Ha recordado que «legislar contra Madrid es legislar contra el bien común». El enfrentamiento en el pleno siguió más allá de las preguntas a la presidenta: sirvan como ejemplo el momento en que Tania Sánchez (Más Madrid) preguntó por el coste del apartahotel y terminó llamando a Ayuso «presidenta fanática que baila al son de la ultraderecha»; o cuando Modesto Nolla (PSOE) le recriminó que «cuando se le tiende la mano, escupe sus bilis en ella». No es de extrañar que Juan Rubio (Cs) concluyese: «¡Qué espectáculo patético estamos dando!».
FUENTE DIARIO ABC: