La extrema izquierda busca «reventar» el fin de semana y atacar la protesta de Vox

«Dicen que solo salen a la calle para apoyar a la sanidad pública, pero es falso. Durante más de dos meses de aplausos en los balcones, estos grupos no han salido, hasta

ahora, porque lo que realmente buscan es enfrentarse violentamente con las personas de las caceroladas. Los tildan incluso de ‘fascistas’, de extrema derecha, y ahí tienen su ‘excusa’ perfecta para incendiar las calles y tener una razón de ser». Así resumen fuentes policiales de toda solvencia la estrategia de las facciones de extrema izquierda que están empezando, de manera «creciente», como adelantó ABC esta semana, a calentar los barrios en busca de trifulcas al calor de las protestas contra Sánchez. Tanto Policía Nacional como Municipal tienen los ojos puestos en barrios como Carabanchel, Moratalaz, Vicálvaro, Vallecas o el centro de Alcorcón. Precisamente, en estos dos puntos ha sido donde se produjeron los primeros enfrentamientos. En Vallecas, las Brigadas Antifascistas y el sector violento de los Bukaneros, los hinchas radicales del Rayo Vallecano, ya se encararon e insultaron a los ciudadanos críticos con Sánchez el fin de semana y días posteriores. La amplia presencia de los «antidisturbios» de la Policía Municipal evitó que llegara la sangre al río. Son dos de los grupos y las zonas calientes que están siendo vigiladas. Tensión en la Castellana Pero este fin de semana se prevé que haya una conflictividad aún mayor. El hecho, además, de que los sábados, domingos y festivos se peatonalice un buen tramo del paseo de la Castellana lleva a que las caceroladas sean más nutridas en esa zona y en el paseo de La Habana. Y se teme que este sábado pueda ser complicado en cuanto a orden público. Más que ahora. Porque, además, mañana se celebra allí, a mediodía, la protesta de Vox, en coche, contra la gestión del Gobierno en la pandemia del coronavirus. La denominada Coordinadora Antifascista, «brazo armado» de la Coordinadora 25-S, ha hecho el siguiente llamamiento: «El 23 de mayo, ¡ataca sus coches! Con huevo, pintura, harina o lo que sea. Acción antifascista». Los agentes de la Brigada Provincial de Información están trabajando en este y otros asuntos y monitorizan las redes sociales en las que se mueves (y con las que se comunican) estos grupos violentos. Por ahora, no se ha detectado movimientos en los radicales anarquistas, que son los más violentos de este pelaje y mucho mejor organizados, con técnicas del «black block» importadas de Centroeuropa. Simpatizantes abertzales Los dos últimos capítulos se vivieron el miércoles. Por la mañana iba a celebrarse, aprovechando la votación de la prórroga del estado de alarma, un «Rodea el Congreso», esas concentraciones no comunicadas que eran comunes durante y tras el 15-M, con el PP en el Gobierno de la Nación. Entonces, la Coordinadora 25-S, brazo político del autodenominado bloque «antifascista» de Madrid y con lazos con el mundo violento abertzale, azuzó gravísimos altercados, con policías heridos y numerosos detenidos. La convocatoria quedó finalmente anulada. Pero, por la tarde, el grupo extremista Distrito 14, con un historial de ataques y arrestos bastante amplio (reventaron la boca a militantes de Ciudadanos en las fiestas de Moratalaz, barrio en el que se mueven), se vio envuelto en una pelea cuando salió a «protestar». Provocado por los insultos vertidos contra su novia, el manifestante lanzó el primer golpe a dos de los radicales, lo que motivó un intento de linchamiento hacia su persona. Pese a escapar más o menos airosos, tuvo que ser trasladado al hospital Gregorio Marañón. Lo ocurrido en Moratalaz refrenda el hecho de que las caceroladas han puesto en alerta a la extrema izquierda, «renacida» para no perder terreno en sus principales bastiones. No es casualidad que los primeros disturbios tuvieran lugar en Alcorcón, donde el antifascismo ha provocado notorios incidentes en los últimos años. En 2007, decenas de personas ligadas a movimientos antisistema llevaron el caos a la localidad al protagonizar una multitudinaria reyerta contra miembros de bandas latinas. Los golpes y puñaladas se sucedieron, en una algarada que hubiera continuado de no ser por el despliegue de 300 efectivos policiales. Dos años después, la violencia se trasladó hasta las inmediaciones del estadio municipal de Santo Domingo, el día del famoso «Alcorconazo», donde el Real Madrid cayó por cuatro goles a cero. Horas antes, los ultras de Alkor Hooligans y otros colectivos de extrema izquierda tendieron una sonada emboscada a los Ultras Sur. No es de extrañar tampoco la alianza de los ultraizquierdistas alcorconeros con los Bukaneros, que en estos días también han salido a la calle para tratar de expulsar a los manifestantes concentrados en Puente de Vallecas. Como prueba, ambos colectivos guiaron en 2014 a los ultras del Deportivo de La Coruña hasta alcanzar el Vicente Calderón, la misma mañana en que Javier Romero Taboada «Jimmy» fue asesinado. Neonazis en Alcalá de Henares Los tiempos revueltos, de conflictividad social, son siempre aprovechados por populistas y radicales. Aunque en menor medida, las facciones del movimiento neonazi en Madrid también están intentando agitar el árbol para coger nueces. Es lo que está ocurriendo en Alcalá de Henares, donde la ultraderecha violenta tiene uno de sus lugares predilectos. Incluso algún partido de derecha extrema ha llegado a tener representación municipal. Ya se ha visto a neonazis «calentando» las caceroladas de vecinos de la localidad que nada tienen que ver con ellos pero que sí están disconformes con la gestión del Gobierno en esta pandemia de Covid-19. Otro grupo neonazi, el Hogar Social Madrid, también intenta hacer ruido, pero su presencia es cada vez más marginal y se mueve, sobre todo, en redes sociales.

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/madrid/abci-extrema-izquierda-busca-reventar-semana-y-atacar-protesta-202005220129_noticia.html

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