La apuesta de Bartomeu por el fútbol femenino

Apoyar y fomentar el fútbol femenino ha sido una de las prioridades de Josep Maria Bartomeu desde que accedió a la presidencia del Barcelona. El mandatario ha trabajado para mejorar las condiciones

de las futbolistas, profesionalizar la sección y diseñar un equipo que lograr títulos. La pasada temporada ya llegó a la final de la Champions League, en lo que fue un hito histórico, y este año ha visto como la sección se proclamaba campeona de Liga acabando con la hegemonía del Atlético de Madrid. Uno de los artífices del éxito del equipo, que ha sido una auténtica apisonadora sobre el terreno de juego, es su entrenador Lluis Cortés. La satisfacción en el club es tan elevada que el técnico ha sido renovado automáticamente por una temporada más. «Estoy muy contento de compartir la magnífica noticia de que seguiremos al frente de este proyecto. Ha sido un año diferente, un poco extraño, pero lleno de éxitos. Hemos conseguido ganar las tres competiciones disputadas y esperamos seguir consiguiendo éxitos en la próxima temporada», explicó Cortés en declaraciones a los medios oficiales del club. Cortés, de 33 años, se hizo cargo del equipo en enero de 2019 en sustitución de Fran Sánchez y desde entonces el equipo ha mostrado una gran solidez en su juego y en los resultados, contando la mayoría de partidos por victorias. El próximo reto de Cortés, tras abrumar en la Liga Iberdrola, es consolidar al equipo en Europa y disminuir la diferencia que se vio en la última final ante el Olympique de Lyon, donde se pudo comprobar la diferencia existente entre el nivel del fútbol español y el francés o el alemán, con una trayectoria más amplia. Lluis Cortés ha ganado 46 de los 52 partidos disputados con únicamente cuatro derrotas y dos empates. El balance goleador es aún más abrumador, con 181 tantos a favor y sólo 27 en contra. Las azulgranas están pendientes de que la UEFA decida cuándo y con qué formato disputarán los cuartos de final de la Liga de Campeones, aunque probablemente sea en agosto o septiembre, tras haber quedado emparejadas con el Atlético de Madrid. Las semifinales de la Copa de la Reina (Sevilla-Barça y Athletic-Logroño) y la final fueron pospuestas por la crisis sanitaria de la Covid-19.