El exDAO Eugenio Pino se desmarca de la maniobra con el pendrive sobre los Pujol: «No tengo ni idea»

El que fuera Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional en el Ministerio del Interior que comandaba Jorge Fernández Díaz, Eugenio Pino, se ha desmarcado este martes del intento de «colar»

documentación sobre la familia Pujol de origen incierto en la causa que les investigaba en la Audiencia Nacional, una maniobra por la que se sienta en el banquillo por delitos de revelación de secretos, estafa procesal y falso testimonio. «No tengo ni idea», ha resumido. A preguntas exclusivamente de la Fiscalía, que no acusa en esta causa, y de su propia defensa, el que fuera máximo responsable uniformado de la Policía ha vertido la misma versión de los hechos que ya dio al juez de la Audiencia Nacional que descubrió la ilicitud de aquella documentación que un informe de la Udef daba por buena, aunque con algunas variaciones. Según su relato, el que era jefe de la Unidad de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, le trajo un pendrive a la vuelta de un viaje a Barcelona a «finales de 2012 o principios de 2013» y le dijo que se lo habían dado «estos». Pino entendió «con esa expresión castellanomanchega», según su relato, que se refería a que se lo habían proporcionado dos detectives de la agencia Método3 que andaban colaborando con la Policía. Ante el tribunal ha dicho que intentó consultarlo en su ordenador, «pero iba lento» y desistió. Frente al juez de la Audiencia Nacional sí apuntó que vio su contenido. Esta vez no, aunque sí ha repetido que dio orden sobre la marcha de hacer copias y reenviarlas a la Comisaría General de Información, al CNI y a la UDEF y se olvidó del asunto. La siguiente noticia la tuvo un par de años después. Pino ha revelado a la Sala que con motivo de su jubilación y la del comisario a cargo de la seguridad en la Audiencia Nacional comieron juntos. Él le contó que el juez y los fiscales Anticorrupción se subían «por las paredes» por la incorporación de un informe de la Udef con documentación de los Pujol de origen incierto. Con el mismo «amigo» de mediador, intentó hablar con el juez y acabó presentándole un escrito. Después fue llamado como testigo, aunque afirma que estando en esa condición, le trataron «a gritos» y se planteó denunciar «por coacciones» a la Fiscalía y la Abogacía del Estado. De cómo el pendrive llegó a convertirse en un informe de la Udef dos años después de que él ordenase hacer copias y de cómo ese informe acabó colándose en la causa que investigaba la fortuna de los Pujol, – que no se contaminó porque el juez puso la prueba en cuarentena-, la misma respuesta: «No tengo ni idea». Bonifacio Díez Sevillano, que era su subordinado en la DAO y que se sienta junto a Pino en el banquillo señalado como la persona que llevó esa documentación a la Udef para su análisis y que así, desencadenó los acontecimientos, ha cerrado filas. «El DAO nunca me da esa orden expresa de toma y llévalo. Si me la hubiera dado, la hubieras cumplimentado sin ningún genero de dudas», ha asegurado. Concede no obstante que en ocasiones, movía documentación, aunque insiste en que siempre con un oficio mediante, es decir, trazabilidad y acreditación documental. No la hay en este caso y por eso, dice no entender qué pinta él sentado en el banquillo, cuando además, asegura que no sabe «nada» ni del informe que después haría la Udef ni de su entrada en la Audiencia Nacional. La clave, en la Udef Tras los acusados, que han acudido en persona a la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid, tocaba el turno a los testigos. Los continuos problemas técnicos con las videoconferencias han obligado a posponer una de las declaraciones clave, la del comisario de la Udef Manuel Vázquez López, a la jornada del miércoles. Él recepcionó el pendrive, según la acusación, de manos de Díez Sevillano. Sí ha prestado declaración el comisario José Manuel García Catalán, que era jefe de la Brigada Antiblanqueo de la Udef y su entonces subordinado, José Manuel Álvarez Luna. El primero fue requerido por el juez de la Audiencia Nacional cuando saltaron las alarmas por la falta de datos que aportaban sus informes relativos al origen de la documentación aportada. El segundo tenía desde hacía dos años el pendrive en un cajón, donde acabó después de volcar su contenido en los ordenadores de dos brigadas de la Udef. A la luz del relato de ambos, «me dijo qué», «me comenta que le parece que le comentaron qué», «pensé qué», ninguno hizo demasiadas preguntas sobre el origen del pendrive. Tampoco ha aclarado el interrogatorio cómo es posible que una prueba en soporte electrónico que llega a una unidad de élite de la policía nacional acabe apareciendo en el fondo de un cajón más de dos años después, una vez su contenido ha saltado de un ordenador a un informe, se ha aportado a la Audiencia Nacional y el juez ha empezado a hacer preguntas.

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/abci-exdao-eugenio-pino-desmarca-maniobra-pendrive-sobre-pujol-no-tengo-idea-202006091736_noticia.html

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