En medio de la polémica generada tras el anuncio, el presidente Alberto Fernández defendió este martes la intención de expropiar Vicentin, una de las principales exportadoras y procesadoras de granos, aseguró
que fue una decisión suya y no de Cristina Kirchner, y aclaró que es una situación “excepcional” que no se extenderá a otras compañías.
Además, negó que su gobierno tenga como política quedarse con empresas privadas, y afirmó que la decisión “no es comparable de ningún modo con cualquiera de esas medidas de la historia reciente en otros lugares del mundo”.
“Hay que tener en claro que lo de Vicentín es una decisión excepcional, el Estado no se puede hacer cargo de la economía privada. Se puede hacer cargo de una situación como esta. No está en la cabeza de ninguno de nosotros andar expropiando empresas; la excepcionalidad de esta decisión es absoluta”, afirmó Fernández.
En ese contexto, negó que en la decisión haya participado la vicepresidenta: “Te escuchaba decir eso de que era una decisión de Cristina… No fue así, fue una decisión absolutamente estratégica. Una decisión que hablé con Matías Kulfas, con el gobernador de Santa Fe y Anabel (Fernández Sagasti se sumó porque tenía un proyecto de expropiación”.
El lunes, en una sorpresiva conferencia de prensa, Fernández anunció que el Gobierno intervendrá y buscará expropiar a la empresa Vicentín, una de las principales exportadoras de granos, aceites y harinas del país; que en febrero presentó su concurso de acreedores al registrar una deuda de US$ 1.300 millones.
El Presidente aseguró que prefiere llamar “ley de rescate” y no expropiación a la medida porque “Vicentín es un operador muy importante del mercado y lo que queremos es rescatarlo”.
“No estamos expropiando una empresa próspera, estamos expropiando una empresa en quiebra virtualmente, porque está en concurso de acreedores. Si la empresa estuviera funcionando normalmente, no hubiera pensando en nada de esto. Esa es la diferencia entre nuestra decisión y cualquier política intervencionistas o socialistas. Por eso me gusta hablar del rescate de Vicentin, es una empresa quebrada por la mala administración de los últimos años, donde hubo un festival de créditos.
El Presidente diferenció además la situación de Vicentin con otras empresas que tienen dificultades: “No es lo mismo lo que se hizo con SanCor o con Cresta Roja con lo que hicimos ayer… lo que hacemos con Vicentin es hacernos cargo; en SanCor y Cresta Roja hubo auxilios financieros que no terminaron bien ni lograron los objetivos que se habían planteado”.
Tras insistir en que no está en su proyecto político quedarse con empresas privadas, dijo que no le da vergüenza decir que es “capitalista”.
“Quien me conoce sabe que soy un hombre que cree en un capitalismo más justo, pero que cree en el capitalismo. A mí no me da vergüenza decir que soy un capitalista, sí me da vergüenza decir que el capitalismo en el que yo creo se fue transformando y se volvió financiero, sin contenido ético. Y eso me avergüenza. Y los que creemos en el capitalismo debemos revisarlo”, sostuvo.
“Pero esto no es comparable de ningún modo con cualquiera de esas medidas de la historia reciente en otros lugares del mundo y que no tiene que ver para nada con la vocación y la excepcionalidad que ha tenido esta medida”, siguió Fernández en una entrevista de casi una hora.
JPE
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