Sara Bravo, que ejercía como doctora en el centro de salud de Mota del Cuervo, es la víctima del coronavirus más joven de España entre los profesionales sanitarios. A finales de marzo,
en las primeras semanas de pandemia, murió con solo 28 años. Ahora ha surgido una iniciativa que se está moviendo por las redes sociales para que la madre de Sara sea la persona que recoja el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, en reconocimiento a todos los profesionales que siguen luchando contra el Covid-19. Al alcalde de Mota del Cuervo, Jacobo Medianero, le parece una gran idea y cree que sería un «bonito homenaje». Medianero recuerda que el pueblo se quedó en «shock» cuando se conoció la muerte de la joven doctora. Este municipio conquense de unos 6.000 habitantes ha sido uno de los más castigados por el coronavirus. Según las licencias de enterramiento, en Mota del Cuervo han fallecido 40 personas desde mediados de marzo, «de las que 24 tienen alguna relación o vienen marcadas» por el Covid-19, es decir un 60 por ciento, asegura el alcalde. El dato «no contabiliza una persona que haya fallecido en Mota y se haya enterrado en otros pueblos, pero sí hasta seis personas que han fallecido en otros puntos de España que querían ser enterradas aquí», aclara. En esta estadística tampoco se tiene en cuenta el número de muertos en las dos residencias del municipio, en las que de forma habitual conviven 150 mayores. Medianero no dice cuántos han muerto en estos tres meses de pandemia y, en todo caso, considera que registrarles como fallecidos en Mota del Cuervo no sería exacto porque muchos son de municipios del entorno donde no existen estas infraestructuras. «Tenemos que hablar del número de fallecidos en el municipio y después en residencias, porque si no la distribución no sería la real», añade.
FUENTE DIARIO ABC: