El Consejo de Ministros aprobó este martes un Real Decreto «de nueva normalidad» en el que, entre otras cosas, regula la asistencia de público a espectáculos deportivos en España durante el actual
proceso de desescalada en la crisis sanitaria del coronavirus. En el mismo, que explicaron en rueda de prensa María Jesús Montero, Pablo Iglesias y Salvador Illa tras la reunión, queda establecido que para las ligas profesionales, tanto las de fútbol de Primera y Segunda como la ACB de baloncesto, que se reanudarán sin público en las gradas, cualquier modificación en las medidas de prevención recaerá en el Consejo Superior de Deportes, en consenso con las comunidades autónomas y el organismo rector de cada liga. Así lo confirmó el ministro de Sanidad al repasar las «medidas de prevención e higiene» de este Real Decreto, que se mantendrá en vigor hasta la existencia de un tratamiento o una vacuna contra el coronavirus. Así, con la iniciativa o liderazgo recayendo en el CSD, el Gobierno intentaría desterrar la posibilidad de que pueda haber aficionados en unos estadios y en otros no, según la fase de la desescalada en la que se encuentre cada Comunidad Autónoma. Ya el fin de semana Pedro Sánchez explicó durante su última comparecencia que no era «de justicia que pueda haber aficionados en algunos estadios y en otros no». Una opinión que compartió el ministro Illa durante el turno de preguntas de esta rueda de prensa: «A mi juicio hay que garantizar la equidad de competición y no se puede hacer de una manera en unos sitios y en otros no. Se tiene que jugar en las mismas condiciones en todos los estadios». «Pero será el CSD el que tenga que tomar una decisión, que puede ir evolucionando según vaya evolucionando también la pandemia», reiteró. LaLiga, partidaria del público «donde se pueda» Una postura contra la que se posicionó el presidente de LaLiga, Javier Tebas, que en el programa de ese mismo domingo de ‘El partidazo de Movistar’, defendiendo que «tiene que haber aficionados en aquellos sitios donde se pueda», y criticando los «ataques de integridad deportiva», en referencia a aquellos que creen que debe mantenerse la homogeneidad para no afectar a la igualdad en la competición.
Fuente La Razon: