La ciudad santafesina de Arroyo Seco está viviendo un particular escándalo luego de que las autoridades municipales iniciaran una investigación por una supuesta fiesta realizada en un centro
de monitoreo.
Es decir quienes debían controlar que se cumpla la cuarentena y el distanciamiento por el coronavirus no la habrían cumplido con esto.
De acuerdo a lo publicado por el diario La Capital, el lugar donde funciona el control de las cámaras de videovigilancia habría sido escenario de una reunión donde los empleados se juntaron a “tomar cerveza”.
El encuentro se habría realizado a fines de abril pasado, cuando regía el aislamiento obligatorio en todo el país, con la participación de al menos cuatro operarios del centro de vigilancia y otra persona que pertenecería a la comisión del sindicato de trabajadores municipales.
Ante los rumores que comenzaron a circular por la ciudad, el secretario de gobierno municipal, Adrián Spina, se presentó en el lugar y pidió una rápida investigación para esclarecer los hechos. Una vez determinado esto, se aplicarán las sanciones pertinentes.
Según trascendió, existiría una cámara de seguridad interna y posiblemente se pueda resolver la situación supervisando las imágenes.
En el lugar trabajan diez empleados que se encargan de monitorear las cámaras de seguridad de la ciudad durante las 24 horas.
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Clarín
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