“Deberíamos volver a la fase 1, que es la cuarentena absoluta”, afirmó el presidente Alberto Fernandeza raíz de que la curva de coronavirus sigue creciendo, principalmente en el AMBA. Si bien aclaró quepor el momento no se adoptará esa decisión, pero dependerá “de la evolución del virus”, la frase generó cierta preocupación en la sociedad debido a que si se toma esa medida, la mayoría de las personas deberán volver a encerrarse en sus casas.
¿Cómo era?
El 20 de marzo comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio(ASPO) y hasta fines de abril se mantuvieron fuertes restricciones, tanto a la libre circulación como también para los trabajadores y empresas. En ese primer mes de cuarentena, solo estaban habilitados para circular y trabajar las actividades esenciales como la venta de alimentos, farmacias, personal de salud, seguridad, autoridades superiores gubernamentales, deliverys de comida, ferreterías, artículos de limpieza, transporte público con mínimos servicios y el periodismo, entre otras.
La curva sigue subiendo: nuevo récord con 1.226 casos y 18 muertes
En aquel momento todavía no existía la posibilidad de una salida recreativa y mucho menos la práctica deportiva que se dispuso a partir de esta semana en la Ciudad de Buenos Aires. Las personas solo podía desplazarse para adquirir los productos esenciales, y siempre ir al supermercado o farmacia más cercano, y en amplias zonas y pasos limítrofes las fuerzas de seguridad se desplegaron para vigilar el cumplimiento de la norma.
Con miles de argentinos varados por el mundo, se habían cerrado por completo las fronteras terrestres y aéreas. En las primeras dos semanas de cuarentena el gobierno impidió incluso la realización de vuelos de repatriación, que comenzaron a realizarse en abril. En las primeras dos semanas, también estuvieron cerrados los bancos y en su apertura en los primeros días de abril, terminó generando una ola de jubilados que fueron a las entidades bancarias para cobrar sus haberes provocando largas filas y una fuerte polémica.
Por otro lado, algunas actividades continúan suspendidas tanto en esta fase como en aquel 20 de marzo como las clases presenciales en las escuelas, los eventos masivos deportivos y religiosos, cines y teatros, entre otros. Solo aquellos trabajadores que el gobierno consideró “esenciales” tenían permiso para viajar en el transporte público y salir de sus ciudades: entre ellos se encontraban el personal de Salud, de las Fuerzas de seguridad y las Fuerzas Armadas, de la actividad migratoria, los bomberos y los empleados del control de tráfico aéreo.
Una lista de 24 “actividades esenciales” que podían realizarse en la fase 1 de la cuarentena incluida además a todos los trabajadores de la administración del Estado, al personal diplomático y consular extranjero, a los asistentes de personas con discapacidad o ancianos, a los empleados de los servicios funerarios y crematorios y los trabajadores de comedores escolares, comunitarios, y merenderos. Los recolectores de basura, productores, distribuidores y comerciantes de alimentos, así como de reparto a domicilio, también estaban incluidos.
ED / DS