El Canal busca suelos filtrantes que descontaminen el agua de lluvia

El Canal de Isabel II investiga la eficiencia de distintos tipos de suelos filtrantes que permitan limpiar de contaminación el agua de lluvia antes de que llegue a las depuradoras y, más

tarde, a los ríos. Lo hace en un enorme laboratorio al aire libre que funciona en la localidad madrileña de Meco. El objetivo es que las grandes avenidas de agua de lluvia no causen problemas de inundaciones ni trasladen a los caudales la contaminación que arrastran tras pasar por la ciudad. El Canal de Isabel II cuenta con un departamento de I+D+i y dedica a este campo un 2 por ciento de sus ingresos. Por esta vía ha desarrollado proyectos como la teledetección de fugas de agua a través de satélite, o el uso del big data para estudiar el consumo de agua de los madrileños. Una de sus últimas novedades es el proyecto de investigación sobre las técnicas de drenaje urbano. Se basa en una realidad: la función natural de drenaje que realiza la tierra se ve prácticamente perdida en las ciudades por el proceso de crecimiento urbano, que impermeabiliza el terreno con asfalto, hormigón y aceras. Ese filtrado natural tiene un doble efecto beneficioso, que en las ciudades se pierde: limpia y depura las aguas de lluvia, y regula los caudales de escorrentía, evitando las inundaciones. Para sustituir ese efecto, técnicos del Canal prueban distintas técnicas que pueden ayudar en el filtrado. La «boina», al río Como explica el ingeniero del Canal Antonio Lastra, «cuando llueve, todo lo que cae arrastra la contaminación de la boina, el aceite de los pavimentos …». En caso de fuertes precipitaciones, además, el caudal se incrementa notablemente, lo que puede llegar a causar problemas. Esas aguas de lluvia van a los colectores, y de ahí, «si se ven superados, van a los tanques de tormenta». Cuando estos rebosan, el agua va al río, concluye. Por eso en el Canal están investigando con pavimentos y otras soluciones que puedan actuar a modo de «colador» para reducir la contaminación. Según sus estudios, hasta en un 80 por ciento. Se prueban distintas alternativas, por ejemplo pavimentos porosos, «que hacen el efecto de la tierra filtrando la contaminación, y retrasan la llegada a los colectores para que éstos puedan llevarlos y las depuradoras tratarlos», explica Lastra. Estas superficies filtrantes pueden reducir hasta un 80% la contaminación que arrastra el agua de lluvia Hay otras posibilidades, como las cubiertas vegetales -también llamadas «green roof»- o las zanjas drenantes. Permiten que llegue «menos agua, menos deprisa y menos contaminada», señala el experto. Lo que es importante porque, en los dos primeros casos, evita las inundaciones de escorrentías, y en el tercero permite un ahorro energético, al reducir el trabajo de depuración. Todas ellas se prueban en el Centro de Excelencia en Técnicas de Drenaje Urbano Sostenible, ubicado en Meco porque «las condiciones climatológicas de esta localidad son similares a las que existen en la mayoría de municipios de Madrid», explican en el Canal. En esta instalación, los profesionales ensayan la capacidad de drenaje de los distintos materiales. Es un enorme laboratorio al aire libre, de unos 3.000 metros cuadrados, donde entre otras cosas, se reproduce la lluvia, con la intensidad y el tamaño de las gotas adecuadas a las distintas épocas del año. E, incluso, se llega a reproducir la lluvia futura de Madrid, esa que los expertos vaticinan que va a ser «cada vez más parecida a la de Levante: más cantidad, más rápida y más torrencial», indica Lastra. En la planta de Meco se ensaya con distintas intensidades de lluvia y con los datos de contaminación que soporta Madrid. Y eso permite valorar qué sistema es el que mejor se adapta a nuestro clima. No es ciencia ficción: ya existen suelos «inteligentes» capaces de filtrar aceite, gasolina o metales pesados en el parking del Estadio Wanda Metropolitano, por ejemplo. Al laboratorio de Meco vienen personas de centros de investigación de universidades de otras comunidades autónomas que quieren «probar sus lluvias también», indica el ingeniero. Allí llevan en torno a ocho meses probando materiales. Frente a las reticencias sobre el coste de mantenimiento de estos suelos filtrantes, los responsables de la iniciativa quieren demostrar que «además del beneficio medioambiental, también lo hay económico: menos contaminación supone pagar menos a la depuradora». La consejera de Medio Ambiente, Paloma Martín, de la que depende el Canal, destaca esta estrategia en I+D+i de la compañía para «desarrollar proyectos ligados a la eficiencia y a la sostenibilidad: impulsamos una gestión sostenible haciendo un uso eficiente de los recursos, y desarrollamos otros proyectos dirigidos a minimizar los impactos sobre el medio ambiente y afrontar los retos del cambio climático».

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/madrid/abci-canal-busca-suelos-filtrantes-descontaminen-agua-lluvia-202006140211_noticia.html

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