“En la promesa de los abrazos pendientes está la salida”

Hubo un tiempo que estuvimos lejos de nuestros afectos. Un tiempo de temores y desconcierto. Debimos alejarnos unos de otros, para proteger y protegernos. Nunca pensamos que podríamos estar viviendo en

esa pesadilla futurista desatada por la pandemia de coronavirus.

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Y nos cuidamos esperando que el mal no nos alcanzara y dejamos de estar con los seres queridos para no llevarles el mal en nuestras prendas. Nos encerramos.

Sentimos por las redes el dolor, la muerte, el horror de una difusa destrucción masiva y también, por esas mismas redes, nos hicimos eco del sentido del humor de lejanos desconocidos que nos hicieron sonreír ante la tragedia. También nos enteramos de la valentía y el trabajo de héroes anónimos.

El ingenioso método para dar abrazos en Tandil en medio de la pandemia. (Captura de TV)

Nos hicimos más fuertes y a la vez sentimos la debilidad de la vida aunque intentamos seguir adelante: estudiando, enseñando, encontrándonos cada vez más con nuestra humanidad.

Tapando nuestras sonrisas para poder movernos en el afuera.

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La tierra, cansada, pero libre de las multitudes humanas, volvió lentamente a los antiguos lugares que frecuentara. Supimos que para cuando el encierro termine algo habrá que cambiar en nuestra relación con el ambiente.

Nos encontramos con nosotros mismos e intentamos conectar con los demás. Supimos que nos debemos ser más empáticos y más conscientes de nuestra fragilidad y finitud. No con un sentido fatalista o de urgencia, sino para reconocer que estamos en este mundo para comprender que no debe haber divisiones y que la enfermedad nos hace iguales.

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Cómo abrazarse durante una pandemia

Entre todo lo anterior, cuando nos aislamos y alejamos, cuando tomamos saludable distancia, nos debimos guardar los abrazos. Esos que ahora están prohibidos y son más necesarios que nunca.

Por eso es que debemos luchar, esperar y no retroceder, para que vuelvan los abrazos. Y cuando vuelvan, no serán los mismos. Como nada de lo que volvamos a hacer cuando salgamos de nuestros hogares. Muchos no pudieron abrazar a los suyos en su última partida.

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Cada abrazo tendrá el sabor de un triunfo, la calidez de los que se dan cuando llegamos de un largo viaje. Un gesto tan simple, pero tan lleno del sentido de aferrarnos, de unirnos, de compartir, de cuidarnos.

Un abrazo es entablar un diálogo sin palabras, es proteger al llegar y despedir al partir. En un abrazo entregamos algo de nosotros y nos quedamos con algo del otro. Un abrazo es sellar un pacto. En la promesa de esos abrazos pendientes está la salida.

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Los abrazos que tenemos guardados son los que nos dan la respuesta. Porque tenerlos allí, latentes, nos dan la esperanza que la pesadilla terminará y entonces sí, estaremos festejando, con los más fuertes abrazos que teníamos guardados. Esos abrazos donde se abraza con el corazón, contenemos la respiración y cerramos los ojos para que nada de ese momento se escape.

Abrazarnos en la vida que burló a la enfermedad. Abrazos sin prisa, pero urgentes. Esos abrazos de ternura donde la propia existencia no es nada sin el encuentro con los otros. Un abrazo, para recibir el esplendoroso día después de una larga noche.

Ricardo Marcelo Román

marceloroman@yahoo.com

OTRAS CARTAS

“Que la pandemia no nos lleve al pandemonium”

La definición de pandemonium según la Real Academia es: “Lugar en que hay mucho ruido y confusión”. El miedo que se apodera de nuestra población y que es provocado por los gobernantes hacia los ciudadanos está fuertemente matizado con avances manifiestos hacia nuestras instituciones republicanas.

Y todo este ruido y confusión en las decisiones gubernamentales parecen ser aprovechadas por la situación de la temible pandemia. Es menester que el pueblo sea coherente y no se deje confundir por el ruido de los que tienen que ser juzgados por una justicia independiente y honesta y que ahora nos gobiernan.

No sería deseable que, tras vivir una pandemia, el miedo nos lleve al pandemonium.

Antonio R.Lagioia

tonylagioia@gmail.com

“El ajuste lo hacen los nacionales y populares”

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Martín Guzmán. (Foto: Presidencia)

El mega ajuste de la economía y de la sociedad argentina no lo están haciendo los neoliberales, sino los nacionales y populares. Gente que volvió para llevarse puestos los retazos de lo que queda de la Argentina.

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La instalación del pobrismo como concepto de país más la ayuda de la pandemia dejarán jubilaciones y sueldos arrasados, empresas devastadas o cerradas, instituciones cooptadas, una sociedad dividida, desamparada, desmovilizada y resignada. El panorama perfecto para el experimento que pretenden instalar.

Veremos qué permite esta sociedad aparentemente anestesiada por el relato del miedo y del fingido rol del Estado.

Catalina Delfini

cpdelfini@yahoo.com.ar

“Al fin diremos: ‘A la batalla la pudimos vencer entre todos’”

Una enfermera con tapabocas y protector toma la temperatura en el Hospital El Cruce de Florencio Varela (Foto: EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

Pertenezco al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca y veo como sus directores, Fernando Cichero y Carlos Amanquez, luchan en medio de una pandemia. Y veo también como todo el sistema de salud se encuentra en esta batalla agotadora. La salud pública, desde un inicio, organizó la emergencia. Con centros de atención primaria y hospitales públicos para la atención.

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Todo bajo lineamientos ministeriales, a mi juicio firmes y acertados. En un contexto emergente, cuidándonos y protegiéndonos de un enemigo invisible y temido.

Aquí nos sumergimos en la diversidad de las creencias, diferentes pensamientos y valores. Llevándonos a enfrentamientos, que pueden ser sociales o no. Es ahí donde debemos ahondar en el respeto hacia la humanidad y la solidaridad hacia quienes necesiten ayuda.

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Tengamos estos conceptos como base y no los olvidemos en la sociedad ni en el vínculo familiar para que esta estrategia de batalla pueda llegar a su fin con las menores secuelas posibles. Juntándonos en un punto donde la ciencia juega su rol aportándonos sus conocimientos.

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Ante el esfuerzo cotidiano de cada familia, con el dolor que produce el confinamiento. Ante el pesar humano, físico y psíquico. Respaldándonos en el sistema de salud que nos supo prevenir de una catástrofe sanitaria.

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Nos uniremos y juntos diremos: “A esta batalla la pudimos vencer entre todos”.

Andrea Gloria Barreira

Médica (MN 88749)

agbarre@gmail.com

Pide concientizar sobre los efectos del tabaquismo

El humo del tabaco también afecta a los “fumadores pasivos”, en especial bebés y niños.

El 31 de mayo se conmemoró el Día Mundial sin Tabaco. El tabaquismo, activo y pasivo, es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas como el cáncer o dolencias pulmonares y cardiovasculares, entre otras. El acto de fumar es adictivo por sus componentes químicos.

Además, sus otras consecuencia son causa de años ajustados de existencia, pérdida de calidad de vida, muertes prematura e innecesarios gastos al sistema de salud y del bolsillo.

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Adicciones: con una reunión online 24 horas, se cuadruplicó la atención

¡Qué importante es educar para la salud! Es necesario promover mensajes, productos, espacios y hábitos saludables que preserven y cuiden la salud individual y colectiva. Que a su vez reduzcan los factores de riesgo modificables, que mejoren la calidad de vida de las personas, de la comunidad y la salud del ambiente.

Damián Pablo Ballester

Farmacéutico (MN:14001)

dpballester@hotmail.com

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