Potentes como un ordenador, con gráficos hiperrealistas y nuevos diseños externos. La novena generación de consolas de sobremesa está calentando motores para su debut a final de año. Es un momento excepcional.
Para entonces, habrán transcurrido siete años desde que llegaran las PlayStation 4 y Xbox One (Nintendo suele ir a su bola). Ahora, les toca el turno a sus sucesoras, la PlayStation 5 y la Xbox Series X. Una guerra por atraer al consumidor. Potencia descomunal y similar Ambas consolas prometen mejorar ostensiblemente su rendimiento técnico aunque compartirán muchas especificaciones. Soportarán resoluciones a 4K. Estarán basadas en la misma arquitectura AMD para proporcionar la potencia de procesamiento gráfico y velocidad que prometen. Evidentemente, el resultado diferirá de la optimización del software (los propios videojuegos) y de lo que puedan alcanzar los desarrolladores. En el caso de la Xbox Series X, Microsoft ha decidido apostar por una CPU (Unidad Central de Procesamiento, el «cerebro» del equipo) AMD Zen 2 con ocho núcleos a una velocidad de 2.8 GHz cada uno. Su nivel gráfico vendrá de una GPU (Unidad de Procesamiento Gráfico, el encargado de procesar sus gráficos) AMD RNDA 2 con 12 teraflops. Juntos ofrecerán hasta cuatro veces más de potencia que la actual Xbox One, el doble del rendimiento gráfico de la Xbox One X. Este modelo contará con 16 GB (GDDR 6) de memoria RAM repartidos en 10 GB para el GPU, 2.5 GB para su a memoria estándar y otros 2.5 GB para el sistema operativo. La unidad de almacenamiento interno será de tipo SSD (Unidad de estado sólido, de mayor velocidad de escritura. Este componente será vital para mejorar el rendimiento, la instalación de los juegos y los tiempos de carga. Alcanzará una resolución máxima de 4K y 60 fotogramas por segundo y soporte para tasas de hasta 120 cuadros por segundo. La PlayStation 5 compartirá muchos requerimientos técnicos, aunque la Xbox Series X estará ligeramente por encima en algunos aspectos. Por lo pronto, apostará igualmente por una arquitectura AMD con microprocesadores Ryzen de siete nanómetros y ocho núcleos, mientras que su empuje gráfico vendrá también proporcionado por AMD con tarjetas Radeon basada en la nueva (y potente) generación Navi. Contará así con una CPU Zen 2 de ocho núcleos a una frecuencia de reloj de 3.5 GHz, aunque adaptable en función de las exigencias de cada videojuego. Todos estos guarismos prometen una gran potencia y una gran velocidad, incluso en la instalación de los juegos: será en cuestión de segundos. Su potencia gráfica se moverá a una 10.28 teraflops y una memoria RAM de 16 GB GDDR 6. Además, introducirá técnicas de renderizado llamado tipo «raytracing» -trazado de rayos, en español-, que se apoya en un algoritmo informático diseñado para lograr un mayor realismo. Con ello, se favorecerá también a la calidad de audio. La versión con discos físicos contará con lector de discos que reproducirá a una calidad 4K UHD Blu-Ray. En cuanto a su almacenamiento interno, dispondrá de una unidad de estado sólido (SSD). Este SSD será hasta cien veces más rápido en comparación con la actual PlayStation 4, permitiendo un ancho de banda de 5 GB por segundo y un tiempo de carga de 2 GB en 0,27 segundos. Diseño dispar y extraño El diseño es lo que más les diferencia. Aunque para gustos, los colores. La Xbox Series X, por lo pronto, presenta, y a tenor de las imágenes finales compartidas por Microsoft, una estética más sobria y conservadora. Recuerda a una torre de un ordenador de sobremesa. Es posible que la decisión industrial provenga precisamente de esta equiparación. Será rectangular y se colocará, en principio, de manera vertical, aunque en las últimas semanas se asegura que también se podrá ubicar horizontalmente. Tendrá colores negros y verdes. su mando de control responderá a ese planteamiento conservador, con lo que no tendrán importantes cambios con el modelo actual. Funcionará con pilas. En cambio, Sony ha sido más arriesgada a la hora de diseñar su próxima consola. Más grande y pesada que el modelo actual, la futura PlayStation 5 tendrá una estética rompedora y llamativa que venga inspirada en diseños retrofuturistas. Destacará especialmente por sus laterales curvados. Su identidad estará basada en colores blancos y negros, cicatrizados con un «collage» de luces LED azules. Aunque en los diseños finales se ve que se coloca principalmente en vertical, será posible también ubicarla por ejemplo debajo del televisor en una repisa de manera horizontal. Contará con dos versiones, una de ellas sin ranura para discos, con lo que estará dirigida a un público acostumbrado a descargar videojuegos online. No ha trascendido su precio, pero se cree que esta versión será más económica. Su mando de control, diseñado desde cero, será también otro de sus grandes cambios. Se llamará DualSense (hasta ahora DualShock) y contará con tecnología háptica para mejorar la experiencia en los juegos. Tendrá una forma más ergonómica, mantendrá la clavija para auriculares y tendrá una batería recargable. Otros aspectos importantes: retrocompatibilidad Esta generación de consolas estará marcada por la retrocompatibilidad de los videojuegos. Es decir, utilizar los actuales discos para la futura plataforma. Pero, aquí, también llegarán con diferencias. La Xbox Seris X será retrocompatible con títulos de cuatro generaciones. Un valor añadido que logrará un efecto demoledor entre los consumidores. De ahí que, desde su debut, se podrá jugar con miles de propuestas. Por su parte, la PlayStation 5 será retrocompatible con «muchos juegos» de los que todavía no han trascendido. Y solo con su predecesora, la PlayStation 4. El meollo: el catálogo El catálogo de videojuegos será, una vez más, el lugar donde mirar a la hora de decantarse por una u otra. Y, aquí, también estará sometido a los gustos de los consumidores. Microsoft todavía no ha dado el campanazo con un juego «vende-consolas», pero sí ha confirmado que llegarán todos los títulos multiplataforma como “Cyberpunk 2077”, “Assassin’s Creed: Valhalla”, “Yakuza: Like a Dragon” o “Dirt 5”, así como algunos exclusivos como las sagas de conducción Forza o el título de disparos futurista Halo. Mientras, la PlayStation 5 apostará por un catálogo diversificado entre propuestas de corte independiente como “Oddworld: Soulstorm” o “Stray”, renovaciones de grandes producciones como “Grand Theft Auto V”, así como exclusivas como “Spider-Man Miles Morales”, “Gran Turismo 7” o “Horizon Forbidden West”. ¿Y precio? Aquí está la cuestión sin resolver. Una reciente filtración ha apuntado a que la PlayStation 5 (versión con lector de discos) tendrá un precio de 499,99 euros, mientras que la Xbox Series X, según medios especializados, estará entre los 450 y los 500 euros. Son cifras orientativas porque, por el momento, no se han confirmado.
FUENTE DIARIO ABC: