El “Bidón de Branco”, segundo por segundo: la reconstrucción de la escena más polémica del Mundial de Italia ’90

La discusión sobre si todo vale en el fútbol, si existe la ética en el deporte, si la de Carlos Bilardo y compañía fue una genial avivada o una deslealtad absoluta, quedará para otra oportunidad. Incluso es mejor que cada uno haga su propia evaluación del tema de acuerdo a sus parámetros morales. Pero, ¿cómo fue el paso a paso de una de las dos jugadas (la otra es la apilada de Diego y el gol de Cani) que marcó a fuego el Argentina-Brasil de Italia 1990?

Es probable que la argentineada de“picar un Rohypnol (un tranquilizante muy potente)”, tal como comentaría Diego Maradona​ años después, se haya pergeñado el día previo al duelo que se jugó en Turín el 24 de junio a las 17 horas de Italia. A la conclusión se llega al observar las imágenes de la famosa jugada y al descubrir que no todos los futbolistas sabían del contenido misterioso que tenían algunos refrescos. O, en el mejor de los casos, no lo tenían del todo claro.

El marcador central Ricardo Rocha -que jugó en Newell’s en 1997- derriba a Pedro Troglio a los 39 minutos y 7 segundos de la primera parte. En ese instante, mientras Troglio se retuerce de dolor, se activa el plan. El doctor Raúl Madero y Miguel Di Lorenzo, el masajista y utilero popularmente conocido como Galíndez, saltan del banco de suplentes y corren hasta Troglio con una heladera de refrescos y un aerosol para calmar las molestias. Diego Maradona, Oscar Ruggeri​, Ricardo Giusti y Julio Olarticoechea se acercan a la escena desde distintos ángulos. En la heladera que trasladaba Galíndez había dos tipos de botellas: de agua mineral comercial y cantimploras verdes Gatorade. Las segundas eran las intervenidas, las que estaban destinadas a los brasileros.

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Giusti se apura en agarrar una de las verdes y se observa cómo Galíndez le recuerda que eran las “tocadas”. Troglio gira su cabeza desde el piso para mirar a Giusti. Maradona contempla la postal de frente al masajista y al doctor. Giusti, ya consciente del contenido de su botella, comienza a interpretar su papel y camina amistosamente hacia algún brasilero. Olarticoechea saca otra Gatorade de la heladera y apura un trago para calmar la sed. Giusti, que pasaba por detrás de él en búsqueda de algún rival para convidar un trago, le advierte del error. Lo mismo hace Galíndez desde el suelo. “Vascooo, de ése no, de ése no, tomá del otro”, le gritó Diego, según contó en el programa Mar de Fondo, en diciembre de 2004.

Olarticoechea escucha las advertencias de sus compañeros y escupe el agua. Galíndez destapa una botellita comercial y se la extiende al Vasco para que tome sin problemas.

El plan sigue. Giusti rodea la escena de Troglio y los asistentes en el césped y se acerca a Branco, el único brasilero que estaba próximo al lugar. Sin decir nada, Giusti le convida de la Gatorade y Branco acepta. En la toma aérea de la televisación oficial se ve cómo el lateral brasilero primero se limpia la cara y luego toma agua. Giusti recibe la cantimplora de Branco y se la deja a Galíndez. La presa había picado.

La trampa

Tres minutos después, a los 42, Madero y Galíndez ingresan por segunda y última vez al campo de juego. La escena también es curiosa. Mientras Madero se concentra en el hombro derecho de Maradona, tendido en el césped, Galíndez saca de la heladera una botella de agua comercial-mano derecha- y una cantimplora -mano izquierda-. Jorge Burruchaga y José Basualdo se acercan a refrescarse. Galíndez le extiende la cantimplora a Burru y, cuando éste iba a tomar, es advertido del error por Giusti, que se interpone entre los argentinos y Branco, que se había acercado para investigar qué pasaba con la heladera de los refrescos. Es probable que Branco ya estuviera sospechando porque sorprende su interés por mirar hacia el interior de la heladera. Incluso después se queda reprochándole algo al asistente número 2, el italiano Pierluigi Paitetto.

Entonces, Burru amaga a tomar de la botella verde y no toma nada. Basualdo bebe del agua en envase comercial y luego se la extiende a Burruchaga. Ni Branco ni Ricardo Gomes beben de las Gatorade.

Las sospechas de Branco

Así fue el segundo a segundo de la famosa jugada del Bidón de Branco. “Algo me voy a inventar, este partido con los brasileños tenemos que ganarlo, cómo no sé, pero ya vas a ver”, le dijo Carlos Salvador Bilardo a El Gráfico un par de días antes del clásico con Brasil. Y vaya si se le ocurrió algo…