Murieron cinco adultos mayores por otro brote de coronavirus en un geriátrico

Otra vez un geriátrico se convirtió en un foco de contagio de coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires. Esta vez, ocurrió en la Residencia

Del Arce, del barrio de Villa Urquiza, donde 21 adultos mayores y 10 empleados contrajeron el virus. Cinco de los jubilados fallecieron.

El brote en este hogar ubicado en Roosevelt 5570 derivó en una denuncia de familiares de los residentes que aseguran que hubo “negligencia” por parte de las autoridades y que, además, “no se hacen cargo” de la situación. En la residencia replican que actuaron según el protocolo del Ministerio de Salud porteño.

Paola García Ferrón (44) es la nieta de Yolanda Maronna (94), que falleció el 13 de junio pasado en el Hospital Churruca y fue una de las cinco personas que murieron luego de contraer COVID-19 en la Residencia Del Arce.

Diego Yosco (25) es el hijo de Francisco, de 79 años, que está internado en terapia intensiva en el Hospital Pirovano. Su estado es reservado. Diego y Paola brindaron su testimonio para visibilizar lo que les tocó vivir a sus familiares.

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“Nos avisaron a fines de mayo que había una empleada que dio COVID positivo y decidieron hisopar solamente a los empleados. Sugirieron que si alguno quería hacer el test lo hiciera de manera privada, pero decían que era algo muy traumático, cuando no es así”, le cuenta Paola a Clarín. “A raíz de eso hisoparon a todos los empleados. Dos dieron positivo y dos familias decidieron hacerles el testeo a los abuelos. Uno de los residentes dio positivo y lo trasladaron”, agrega la nieta de Yolanda.

La mujer cuenta que el 4 de junio le avisaron a su mamá -que quedó varada en Bariloche por la cuarentena​ obligatoria- que iban a aislar a Yolanda porque su compañera de cuarto tenía síntomas. “El 7 nos avisaron que había que internarla porque estaba saturando mal (cuando hay baja concentración de oxígeno en sangre). Si bien no tenía síntomas fuertes, ante la duda la internamos en el Churruca. Ahí se hizo el hisopado y al día siguiente nos enteramos que dio positivo y que tenía una neumonía viral producto del COVID, hasta que el 13 de junio falleció”, relata Paola.

“Lo que más nos llama la atención es que hicimos la denuncia al Gobierno de la Ciudad, pasó una semana y el geriátrico sigue funcionando como si nada. Hay 21 casos de adultos mayores, 10 empleados infectados, 5 muertes y no pasa nada”, se queja la mujer.

Diego tiene a su papá internado en terapia intensiva del Hospital Pirovano con un cuadro muy delicado. Francisco, además de ser grupo de riesgo por su edad, tuvo un ACV años atrás y sufrió un infarto por el que ahora tiene cuatro bypass. Si alguien tenía que estar bajo estricto cuidado ante la pandemia era él.

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“El 28 de mayo una empleada dio positivo. Nunca fue el SAME al geriátrico. Ellos, mediante un amparo judicial, le pidieron al Gobierno de la Ciudad hisopar a los empleados y a los familiares les decían que no era bueno hisopar porque había que derivarlos y si llegaban a ser asintomáticos era perjudicial para la cabeza de los abuelos”, le dice Diego a Clarín.

Prefirieron cuidar la psiquis a que haya muertos e infectados. Mi papá tiene 79 años y ellos tardaron en derivarlo. Presentaba síntomas y como tiene PAMI nos decían que no iba a recibir un buen cuidado en el hospital que lo llevaran y preferían aguantarlo lo máximo antes de derivarlo. Hoy mi papá está muy delicado, grave. Está con oxígeno, antibiótico, en estado reservado”, describe.

Diego asegura que ese día de más que lo retuvieron en la residencia podía haber sido clave para su evolución. “La residencia oculta información, no se hace cargo. Se lava las manos. Dicen que por protocolo llaman a todos los familiares para saber cómo están y con nosotros no se comunicaron nunca”, sostiene.

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Ante la consulta de Clarín, en la Residencia Del Arce dicen que las denuncias de los familiares son “infundadas” y que “están diciendo mentiras”.

“Somos una residencia de primer nivel que hace siete años funciona. Hemos cumplido con absolutamente todos los protocolos del Gobierno de la Ciudad”, asegura Flavio Asch, uno de los dueños del geriátrico de Villa Urquiza. “Nosotros lo que hacemos, como todos los que cumplen el protocolo, es tomarle la sintomatología a los residentes dos veces por día y ante cualquier síntoma principalmente de fiebre alta o saturación de oxígeno menor a 94 es derivado”, agrega y confirma que el primer caso se detectó el 28 de mayo con una asistente que estaba de franco.

“No tenemos ningún caso de COVID dentro de la residencia porque, cumpliendo el protocolo, nosotros derivamos enseguida a quienes tienen síntomas”, explica. “Una de las cosas con las que nos difaman es que hay casos positivos adentro y es mentira. Nosotros cumplimos con el protocolo de derivación e incluso con el de ingreso de los empleados, que se cambian la ropa, se les toma la temperatura y el olfato al entrar. Hemos tenido en los últimos 10 días alrededor de cinco visitas del Gobierno que están registradas”, agrega el dueño de la residencia.

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Sobre cómo llegaron a registrarse 21 casos de adultos mayores y 10 empleados positivos de coronavirus, Asch lo atribuye a los casos asintomáticos y a la cantidad de personas que trabajan en la residencia. “Nos caracterizamos históricamente por brindar un muy buen servicio. Entonces tenemos muchos empleados por residente. Al tener tantos, todos quedan controlados cuando ingresan pero son asintomáticos posiblemente. Vos no podés saber cuándo es asintomático y por más que todos estén usando los equipos de protección personal, como el barbijo, los guantes y los camisolines, el virus es imposible de controlar al 100%”, afirma.

Consultado sobre por qué no se realizó un hisopado a todos los residentes y empleados cuando se detectó el primer caso, como sí ocurrió en otros geriátricos, para evitar la propagación del virus, Asch dice que le pidieron al Gobierno de la Ciudad hacerles los testeos a los empleados y en ese momento les dijeron que no. “Entonces lo hicimos nosotros por nuestra cuenta y no se hisopó a los residentes porque el protocolo de la Ciudad indica que hay que hisopar a los residentes en la clínica cuando tiene sintomatología y derivarlos”, cierra.

Clarín también consultó al Ministerio de Salud porteño sobre la situación en la Residencia del Arce, pero no obtuvo respuesta.

EMJ

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