Un ejemplo

Superado el estado de alarma nos esperan unos cuantos sustos que esperemos que sean solo eso, sustos. Los rebrotes puntuales van a existir y serán un toque de atención a que el

Covid-19 sigue entre nosotros y no hay que bajar la guardia. Una vez más procede insistir en que es la responsabilidad de cada cual el principal aliado contra el virus. Mientras tanto la vida sigue adelante tratando de encontrar una normalidad que dista mucho de ser normal y que tendrá que hacer frente a una crisis económica escalofriante y a incertidumbres que nos van a retraer mucho en todo. Por eso el acuerdo de reconstrucción firmado en la Junta de Castilla y León por la gran mayoría de los grupos del parlamento es importante. Habrá cosas que se queden en el tintero, pero hay mas que una declaración de intenciones, una hoja de ruta cuantificada bajo el prisma del interés general y todo un gesto de que la discrepancia política no está reñida con el acuerdo cuando este es imprescindible. Cobran especial significado las palabras de Luis Tudanca en la firma del acuerdo donde dijo que le da igual quien gane políticamente con el acuerdo, porque no estamos acostumbrados a esta generosidad en la clase política y porque ha demostrado que su intención es sumar. Han cedido todos y eso es negociar, es ver la política con altura de miras, aparcar diferencias para buscar puntos de encuentro. Los pactos tendrían que ser normales en la vida política, pero desgraciadamente son excepción. Las comunidades autónomas están dando muestras de diálogo y tolerancia a la vida política nacional, embarrada en una pelea en la que ni el Gobierno ni la oposición son capaces de mirar hacia España y el interés de sus ciudadanos. El Gobierno debería mostrar una predisposición al diálogo que solo ofrece de boquilla para torpedearlo en cuanto asoma en el horizonte. La oposición es incapaz de abandonar el lenguaje grueso, que raya en la descalificación y que aleja todo diálogo. Es increíble que ni con un drama como el que todavía vivimos, el teléfono no eche humo en una u otra dirección a la búsqueda del acuerdo. Aquí en Castilla y León se ha hecho y aunque fuera solo por eso, la Junta y los principales partidos han estado a la altura.