La Habana amaneció con el cielo ocre, sin azules, el aire espeso y una pegajosa ola de calor. Algo parecido ocurrió en Puerto Rico y
en México. En el sur de Florida el aire no es el mismo. Y a la gente en Miami se le pidió que se quede en sus casas. La explicación es la misma: la gran nube de polvo que cruzó en los últimos días el Atlántico desde el Sahara y llegó a América para complicar las cosas, cuando la pandemia de coronavirus ya parecía suficiente.
La nube, que cubrirá a Cuba hasta el viernes, opacó el habitual cielo azul de la isla, provocó un calor récord y podría causar afecciones respiratorias, en momentos en que el país controla la pandemia.
La Habana opacada por la nube de polvo este jueves. / AFP
Según el Instituto de Meteorología, se registró este miércoles una temperatura récord para la fecha de 37,4ºC en la oriental provincia de Guantánamo, muy cerca de la base militar de Estados Unidos.
La nube ya cubrió otras regiones del Caribe. La extensa bruma se extiende en el cielo de algunas regiones de la isla, pero en La Habana se hará más evidente entre este jueves y viernes.
Una masa de aire caliente y seca
El fenómeno origina una masa de aire caliente y seca que, aunque eleva los termómetros, contrarresta la formación de huracanes. Ello supone, además de una sensación de mucho calor, una disminución de las lluvias.
Generadas por tormentas de arena y polvo del Sahara, estas nubes viajan hacia esta parte del mundo empujadas por vientos./ AFP
Generadas por tormentas de arena y polvo del Sahara, estas nubes viajan hacia esta parte del mundo empujadas por vientos, y son un fenómeno normal en esta época del año, pero esta vez la concentración de polvo está “muy por encima de los niveles normales”, dice el meteorólogo local José Rubiera.
Esto “ocasiona un deterioro apreciable de la calidad del aire”, explicó el científico cubano Eugenio Mojena.
Según Mojena, experto en el tema, estas nubes están cargadas de materiales “altamente nocivos para la salud humana” y “los diferentes ecosistemas marinos y terrestres”.
Un nube con virus y minerales tóxicos
Contienen “minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, además de virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos”, precisó.
La nube contiene minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, además de virus y bacterias./ AFP
El jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán, descartó cualquier relación entre la nube de polvo y el nuevo coronavirus, pero destacó que pueden “aumentar las afecciones respiratorias y alérgicas”.
La isla de 11,2 millones de habitantes reportó este miércoles un solo caso del nuevo coronavirus, y acumula un total de 2.318, con 85 fallecidos y 2.130 curados.
Puerto Rico, México y Florida
La nube que también cubre la isla caribeña de Puerto Rico desde el domingo comenzó a afectar desde el miércoles el aire del sur de Florida.
La calidad del aire en Miami es actualmente “moderada”, informaron la oficina de manejo de recursos medioambientales y el departamento de Salud de la ciudad, al pedir a las personas con problemas respiratorios que permanezcan en sus casas.
Imágenes satelitales./ AFP
Esto ocurre porque “el nivel de materia particulada indica la presencia de polvo sahariano en el condado de Miami-Dade, que puede durar hasta la próxima semana”, indicó un comunicado.
La masa de aire seca y polvorienta recorrió 8.000 kilómetros hasta el Caribe y comenzó a cubrir desde el domingo la capital de Puerto Rico, San Juan, como una capa de neblina.
Ahora un sistema de alta presión empuja el polvo sahariano hacia la costa del Golfo de Florida.
Las autoridades sanitarias recomiendan a las personas asmáticas, alérgicas y con problemas respiratorios que no salgan de sus casas.
“El Morro Cabaña”, en La Habana, entre penumbras. / Reuters
Las personas saludables también pueden tener una reacción inflamatoria, sentirse letárgicas o mostrar síntomas de sinusitis, congestión o problemas para respirar.
La nube también cubrió la península de Yucatán en México, donde también se prendieron luces de alerta.
En conferencia de prensa virtual, el doctor Luis Antonio Ladino, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, señaló que esta “inusual” tormenta de polvo que ha llegado a México de forma paulatina puede generar una mala calidad del aire “que puede entrar al sistema respiratorio”.
En los últimos dos días, aseguró, en la ciudad de Mérida, en el suroriental estado de Yucatán, se han detectado que estos materiales o partículas que se encuentran en el aire y pueden ser dañinos tuvieron un incremento de 800 % respecto a los niveles normales de esta región.
Con información de EFE y AFP
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