El rebrote se ceba con los caddies

A pesar de llevar casi tres mil análisis realizados en las últimas tres semanas, el PGATour no ha conseguido eliminar el coronavirus de sus torneos. Aunque los tres que van disputados en

esta nueva era se están celebrando sin público, el dichoso bicho ha encontrado la manera de interferir una vez más en la competición. Esta semana hay seis jugadores de baja por ello. No se le puede negar al Circuito Americano su empeño en tenerlo todo controlado para evitar los contagios, pues los protagonistas viajan, comen y duermen en lo que denominan «la burbuja». Además, realizan test serológicos tres veces por semana. Pero, en el fondo, esta familia del golf no deja de ser como cualquier otra: con el paso del tiempo relaja sus costumbres y se le pierde el miedo a lo desconocido. Después de un primer torneo ejemplar en Colonial, la semana pasada saltó la primera alarma en Hilton Head al dar positivo Nick Watney. Afortunadamente, nadie de su entorno estaba contagiado (entre ellos se encontraba Sergio García, que le llevó en su avión privado desde Texas) y la cosa quedó en una anécdota. Sin embargo, durante las cuatro jornadas ya se apreció que las normas de distanciamiento social se estaban dejando de cumplir. Y las consecuencias han llegado esta semana en el Travelers. Nada menos que otros cinco golfistas han tenido que dejar la prueba a consecuencia de las pruebas realizadas. Con la novedad de que ya han empezado a verse afectados los caddies y las personas cercanas. Primero fue Ken Comboy, el ayudante de Graeme McDowell, el que cayó enfermo. Por eso, el norirlandés optó por retirarse y mostrarle su apoyo hasta que se recupere. «Llevamos un montón de años siendo un equipo y si uno no está disponible, el otro tampoco», señaló el antiguo ganador del Open USA cuando se le planteó la opción que contratar a otro para la siguiente cita. Contagios en cascada Como si de una cascada se tratase, el profesional Cameron Chapman y el caddy Ricky Elliott tampoco superaron las pruebas, en este último caso, con un factor añadido: que se trata del empleado de Brooks Koepka. El círculo del exnúmero uno mundial es bastante más amplio que el de sus compañeros y hay más gente expuesta. Así que, por precaución, otros han decidido retirarse por propia voluntad al haber tenido contacto con el afectado en las horas recientes. Es el caso de Webb Simpson, vencedor el pasado domingo, y de Chase Koepka, que después de haberse clasificado en la previa del lunes ha preferido abandonar. «Todo el mundo sabe lo que había peleado por estar en esta prueba, pero creo que hay que ser consecuente. Obviamente tengo un trato muy estrecho con Ricky y con Brooks y también podría ser portador del virus», argumentó el hermano de la estrella. Esta avalancha de abandonos ha dado pie a que el Tour se haya puesto más duro, si cabe: ha detectado que en los últimos días no se han cumplido las medidas establecidas. «Nos jugamos mucho en estos torneos y los jugadores deben ser muy responsables con sus acciones», señaló un enfadado Jay Monahan al hablar de los positivos. Tanto que el comisionado amenazó con graves sanciones a quienes se contagien por conductas imprudentes. De momento, ya han repartido mil brazaletes especiales que detectan la fiebre y avisan de los posibles casos.

Fuente La Razon:

https://www.abc.es/deportes/abci-rebrote-ceba-caddies-202006260150_noticia.html

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