El ministro de Salud Ginés González García dijo: “Por supuesto que el riesgo es bajo en los runners, salvo que lo hagan como fueron los primeros días, que fue un desastre.
Iban todos juntos. Después de eso, también tenía una gestualidad”. Y agregó: “Obviamente tenemos muchas precauciones también en lo gestual”.
Luego dijo algo similar sobre los entrenamientos del fútbol profesional y sumó: “Creemos que el efecto gestualidad es más que la razón técnica del contagio, que algo hay y también tiene que ver con cumplir y hacer cumplir. Tenemos que tratar en estos días de hacer bien las cosas”.
Un grupo de runners el 8 de junio cuando se permitió parcialmente su actividad en medio de la cuarentena por coronavirus. (Foto: Juano Tesone)
Coincido con el ministro González García en que lo gestual es muy importante. ¿Por qué entonces no se utiliza ese mismo criterio de gestualidad para que toda la planta política de primera línea, la que gana seis cifras, y no comienza con un uno, tenga ese mismo acto de gestualidad y cobre, digamos, un 70% de su salario (por dar tan solo un ejemplo).
Ni siquiera pido que no cobren nada por su trabajo. ¿No podrían sobrevivir con el 70% de su salario?
El argumento para negarse a reducir los sueldos de funcionarios políticos que el presidente Alberto Fernández había dado en su momento fue: “Yo vivo de esto”. Me parece muy bien.
El presidente de la Argentina, Alberto Fernández.(Foto: Presidencia)
Los empleados cesanteados que cobran el 70% o 75% de su sueldo también viven de su trabajo. Lo mismo para los cuentapropistas que tuvieron que cerrar, que también vivían de su negocio o Pyme. O los empleados que se quedaron sin actividad. Estos dos últimos no siguen cobrando un porcentaje, ellos ahora no cobran nada.
Me gustaría aclarar que ha habido intentos puntuales de gobernadores en ese sentido, a los cuales felicito.
Países como Uruguay, Paraguay, Costa Rica, México, Ecuador, Chile y Nueva Zelanda han bajado sueldos de la política en distinta medida. Seguramente en todos esos casos fue un acto gestual, ya que todos sabemos que eso solo de por sí no suprime las penurias de la economía. Lo interesante es que lo hicieron igual.
Creo que una actitud de este tipo proveniente de la política sería muy bien vista por toda la sociedad. No importa que eso no solucione ningún problema económico (aunque todo eso sumado y llevado al sistema hospitalario seguro sería de ayuda).
Si ese gesto ocurriese, habría por una vez empatía de toda la sociedad hacia la política, empatía que está rota desde hace mucho tiempo.
Claudio Unger
claudioenriqueunger@gmail.com
OTRAS CARTAS
Sobre los sueldos de los médicos que aplaudimos
Un médico y su paciente. (Foto: EFE/ Juan Ignacio Roncoroni)
Los médicos, hoy presionados por sus bajos ingresos y exigencia profesional, necesitan en forma urgente un salario digno. Un residente, luego de siete años de estudio para recibirse de médico más cuatro de especialización, gana un salario muy bajo: un poco más de lo que necesita una familia de clase media para no ser pobre.
Estos argentinos se han esforzado, han trabajado y estudiado. También han generado fuentes de trabajo para otros, dando valor agregado a la sociedad a la que pertenecen. Ellos son los mismos médicos que hemos salido a aplaudir en el inicio de la cuarentena por jugarse la vida por nosotros.
La Argentina se distinguió por su alto nivel académico, representados por quienes fueron parte de la columna vertebral de una sociedad más justa. La obra teatral Mi hijo el dotor representó la aspiración de quienes han trabajado y se han esforzado para que sus hijos tengan la posibilidad de superar a sus padres.
Los médicos, muchos pertenecientes a la clase media, luego de una carrera larga y difícil son un claro ejemplo de las distorsiones en nuestro país. Hoy es prioritario que se generen las herramientas para cambiar esta realidad.
Clara Díaz Bobillo
clara@pr-db.com
“No todos estamos en el mismo barco”
Una de las consecuencias de la pandemia es una crisis en amplios sectores de la economía. (Foto Germán García Adrasti)
No nos equivoquemos creyendo que el momento que estamos atravesando nos tiene a todos en el mismo rumbo. Hay quienes que ante esta crisis, una minoría, saldrán favorecidos, accidentalmente o por actitudes no santas. La mayoría vamos a ser víctimas de la pandemia.
Debemos estar muy atentos. Sí, cuidarnos mucho ante esta peste que nos acecha evitando que nos afecte. La prevención es esencial. El gobierno debe irremediablemente buscar la mejor manera democrática de ayudar a quienes hoy por el aislamiento obligatorio, están sufriendo grandes pérdidas, como las Pymes, pequeños comerciantes y trabajadores independientes.
Fue el poder político que adoptó esta manera de enfrentar el azote de esa enfermedad, por no haber tomado medidas en tiempo y forma. El Estado tiene la obligación de hacer el esfuerzo necesario para solucionar esta situación en forma inmediata, incluso emitiendo. Muchos no pueden esperar decisiones postergadas desde hace semanas o meses. Lo más importante, ahora, es la vida, pero la vida y la salud se sustentan también, con trabajo, con un ingreso digno, sin miseria y sin hambre.
Rodolfo C. Castello
rccastello@hotmail.com
El cambio de nombre del edificio de la AFI
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, junto a la titular de la AFI, Cristina Caamaño, en una reunión en Casa Rosada.
En la resolución Nº25865/20 del 30 de junio Cristina Caamaño, interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), decidió cambiarle el nombre al edificio de la Calle 25 de Mayo de “Martínez de Hoz” a “José Hernández”. Gran honor será que dicho edificio lleve el nombre de uno de los grandes autores de la literatura argentina, dándole una voz a los hombres y mujeres de a caballo que hicieron nuestra patria.
El motivo por lo cual modifica el nombre es que el señor Martínez de Hoz fue miembro de la Sociedad Rural, del Club del Progreso y del Jockey Club. Sería bueno recordarle a la interventora Caamaño que el Club del Progreso fue fundado por unitarios y federales, después de la Batalla de Caseros, para reconciliar a la patria luego de 30 años de guerra civil entre hermanos. Muy distinto de lo que ella intenta pregonar en los fundamentos de dicha resolución, los cuales arrojan completa ignorancia de la historia de su país.
Desde nuestro Club la invitamos a que se acerque a dialogar, así podremos conocer las tareas que está llevando a cabo en la formación de profesionales destinados a la defensa nacional. Defensa que esperan los productores de la Sociedad Rural frente a los atentados que sufrieron en sus campos en las últimas semanas.
Patricio Dellagiovanna
Socio n° 43860 (SRA) / Socio n° 1306 (Club del Progreso)
patricio.dellagiovanna@gmail.com
En contra del maltrato a los caballos
La tracción a sangre está prohibida en muchos municipios, pero no siempre se respeta.
Hace unos días nos informamos del nacimiento de un potrillo en la vía pública mientras la yegua tiraba de un carro. Este aberrante suceso, sumado a otros que podemos ver continuamente, nos permite observar el maltrato al caballo y los sufrimientos que padecen.
Cuando no los usan, están atados, engañándose que pastan, en donde justamente abundan más los cascotes y la basura. Se les ven las costillas, los golpes y todo un muestrario en sus cuerpos del maltrato infligido. Cuando los atan al carro, los obligan a ir al trote y hasta ensayan algunos galopes, con animales agotados y desnutridos que a veces mueren en plena vía pública liberándose de una vida miserable.
Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, no permita la tracción a sangre en ámbitos urbanos y la comisión de delitos por el maltrato animal. Tal vez encuentre que este es un tema menor en medio de una pandemia, pero vale la pena hacer el intento escribiendo esta carta.
Vicente Casado Arroyo
vcasado.a@gmail.com
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