Todos los años resultan intensos de un modo u otro. Que se lo pregunten a este 2020. El análisis de todo lo ocurrido en 2010, especialmente en España, depara un periodo profundamente
convulso en el que el deporte fue la espita por la que liberar presiones y conflictos. Fue el año del mayor recorte de gastos en democracia, cuando Zapatero anunció una batería de medidas destinada a mitigar el imparable crecimiento del déficit. Entre ellas estaban incluidas la rebaja salarial del 5% para los funcionarios, la congelación de las pensiones o la reducción drástica de inversiones. Más tarde, el mismo día que España debutaba ante Suiza, aprobaba por decreto la polémica reforma laboral que rebajaba a 20 días por año trabajado la indemnización por despido. En septiembre, los sindicatos mayoritarios convocaban la sexta huelga general en democracia. Y antes de acabar el año, el Gobierno declaraba el estado de alarma por la huelga de controladores aéreos. En el plano internacional, ninguna otra historia conmovió al mundo como la de los 33 mineros chilenos atrapados en la Mina San José. 69 días permanecieron bajo tierra, a 700 metros de profundidad, a causa de un derrumbe. Durante 17 días nadie supo si estaban vivos o muertos. Después, su rescate fue seguido por una audiencia multimillonaria, la mayor desde la muerte de Michael Jackson. Mientras, en Europa se contuvo la respiración tras la erupción del impronunciable volcán islandés Eyjafjallajökull, que obligó a cancelar el tráfico aéreo durante una semana prácticamente en todo el continente. 2010 vio las primeras filtraciones del portal Wikileaks, el surgimiento del movimiento «hipster» o el primer Oscar a una directora de cine, Kathryn Bigelow, por su película «En tierra hostil». Fue, también, el año en el que se entregó el último Nobel de Literatura a un escritor en lengua castellana, Mario Vargas Llosa. Los éxitos y alegrías, mayoritariamente, llegaron a través del deporte. La guinda fue el Mundial, pero el volumen de triunfos fue espectacular. Rafa Nadal se llevó tres de los cuatro Grand Slam del año de forma consecutiva (Roland Garros, Wimbledon y US Open), Pau Gasol conquistó su segundo anillo con los Lakers; en motos se firmó un triplete histórico con los títulos de Jorge Lorenzo en MotoGP, Toni Elías en Moto2 y Marc Márquez en 125cc. Fue el primer título del hoy gran dominador de la categoría reina, conseguido con apenas 17 años. El logro del Barça en la Euroliga o los del Atlético de Madrid en la Europa League y la Supercopa de Europa confirmaron la excelencia de los deportes de equipo. Decepciones La cruz la puso Fernando Alonso, a quien se le escapó el tercer Mundial de Fórmula 1 en una última carrera para olvidar en Abu Dabi. También fue el año en el que Alberto Contador conquistaba su tercer Tour, anulado después tras dar positivo por clembuterol. El madrileño compareció entre lágrimas y echó la culpa a una carne engordada de forma ilegal. A finales de año explotó también la operación Galgo, y con ella la caída a los infiernos de la que había sido la mejor atleta española de todos los tiempos, Marta Domínguez. En el balance de final de año hubo que llorar a múltiples personalidades. Las deportivas, en primer lugar: Juan Antonio Samaranch, Luis Molowny, Juan Carlos Arteche, Tolo Calafat, Juan Manuel Gozalo, Laurent Fignon o Manute Bol murieron ese año. El mundo de la cultura perdió a Delibes, Saramago, Berlanga, Ozores o Morente.
Fuente La Razon: