Parece que no sólo se necesita que la suerte acompañe, un amuleto, o rezar para volverse millonarios con los juegos de azar. Tampoco ser un genio de las matemáticas. Y sin
dudas quedó demostrado con la historia de una pareja de jubilados de Michigan, Estados Unidos.
Jerry y Marge Selbee, novios desde la escuela secundaria, decidieron vender su tienda de comestibles en Evart para retirarse a los 60 años. Pero producto de la nostalgia, el hombre al tiempo visita su antiguo comercio y le llama la atención un folleto del Winfall, un nuevo juego de lotería.
Jerry no demoró demasiado tiempo en analizar la propuesta y descubrir que podría obtener ganancias de una manera sencilla. ¿De qué manera? Recurriendo a la matemáticas, el área en que se había destacado durante la universidad.
Jerry y Marge Selbee ganaron 26 millones en Michigan y en Massachusetts, Estados Unidos.
Tal como explicó hace unos años y ahora refleja Gizmodo, había detectado que las ganancias se reducían cada vez que el premio mayor alcanzaba un límite de 5 millones de dólares y nadie tenía el boleto ganador.
Ese pequeño pero dato resultó clave. Esto implicaba que si nadie contaba con la tarjeta con los seis números ganadores, podían cobrar aquellos que poseían cinco, cuatro y tres números. Es decir, al no haber un ganador único se repartía en los premios menores.
Ejercicio de aritmética
El jubilado de Michigan contó que apeló a la aritmética básica. Apenas se enteró que se había llegado al tope sin un ganador y los premios menores entraban en juego, fue rápidamente a comprar 3.600 dólares en boletos de Winfall.
Winfall, la lotería que dejó un “agujero” que descubrieron Los Selbee.
Esa decisión le sirvió para alzarse con la suma de 6.300 dólares, una mínima ganancia pero ganancia al fin. Pero la segunda oportunidad jugó más fuerte: 8.000 dólares y ganó casi el doble.
Ese “agujero negro” que hallaron en el sistema llevó a los Selbee a reinvertir casi todo el dinero que les ingresaba en la lotería. Y al cabo de un tiempo, ponían en juego cientos de miles de dólares en Winfall.
Jerry y Marge Selbee recurrieron a un sistema de probabilidades matemáticas.
De hecho, también contaron en una entrevista, hasta crearon una corporación llamada G.S. Investment Strategies, e invitaron a sus amigos y familiares a invertir por 500 dólares cada uno.
Para 2005 y por falta de ventas, el Estado puso fin al juego, la usina generadora de jugosas ganancias para la pareja y miembros de su troupe.
Un oportunidad similar
Siempre alertas, poco tiempo después los Selbee se enteran¿ron de un juego que tenía características similares en Massachusetts llamado “Cash WinFall”.
Jerry y Marge Selbee se hicieron millonarios.
Tras el análisis de rigor, Jerry descubrió que en este caso cuando no había un único ganador para el gran premio de 2 millones, la suma se repartía en los premios menores e inflaba.
Así, revela, si un premio menor acertando 4 o 5 números era de 2 o 4 mil dólares, en el caso de repartirse ascendería a 20 o 40 mil dólares, amplía el portal.
De este modo, la pareja pasó años viajando nada menos que 14 horas a Massachusetts cada vez que se llegaba al tope sin ganador, y seguían al pie de la letra la exitosa estrategia. Claro está, representaba una inversión.
Las grandes cantidades de boletas de lotería que jugaban los Selbee de acuerdo a su sistema.
En 2011, el diario Boston Globe destapó la maquinaría que había sido desarrollada por dos grupos en varios lugares de Massachusetts. Y uno de los detonantes, o mejor dicho la prueba, fue que se estaban vendiendo grandes sumas de tarjetas en determinado momento durante años.
Una vez que salió a la luz la noticia, el Estado inició una investigación, pero que como era de prever no llegaría a buen puerto dado que en ningún momento la estrategia violaba la ley.
No había ningún impedimento en comprar cuantos boletos quisiera una persona, algo que los Selbee venían haciendo por un largo tiempo.
También se supo, difunde Gizmodo, la lotería estaba al tanto de la operatoria. Pero en rigor, la creciente venta de boletos también suponía beneficios para ellos. Por esa razón, prefirieron callar.
La exitosa estrategia que volvió ricos a los Selbee terminó por marcar un punto de inflexión, ya que a partir de ese caso testigo implementaron un límite de boletos de lotería para comprar.
A los Selbee poco les importó: ya habían cosechado 26 millones de dólares en 9 años .
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