Analizado con frialdad, el posible relevo de Quique Setién en el banquillo antes de que el Fútbol Club Barcelona retome la Champions League parece complicado. Pero tras un nuevo pinchazo en LaLiga
que dejó el título en bandeja al Real Madrid, la actitud que volvieron a demostrar algunos jugadores como Arthur Melo, o el tremendo enfado de Lionel Messi al acabar el choque hacen que un posible golpe de timón no sea tan descabellado. Incluso el propio Setién confirmó ayer en la rueda de prensa posterior al partido que su presencia en la Champions no es segura. «Espero estar, pero no lo sé», contestó el técnico preguntado por la cuestión de si se veía dirigiendo al equipo en el torneo continental. El club no tiene previsto prescindir del entrenador cántabro, que tiene en el presidente Bartomeu a su mayor defensor, al menos antes de que acabe el curso. Pero lo cierto es que un sector de la junta directiva azulgrana sería partidario de dar la alternativa a García Pimienta , técnico del filial y técnico formado en la casa, en la Champions. Consideran que apostar por él podría cambiar la dinámica del equipo ante el último título en disputa, el único que puede evitar que el Barça acabe, por primera vez tras doce años, la temporada en blanco. Si a ello se une la evidencia de que Setién y su segundo, Eder Sarabia, no gozan precisamente del cariño del vestuario, el relevo sería incluso entendible. Pues aunque Messi, enfadado, se refirió a la dinámica del equipo en el último año, centró la crítica en lo sucedido tras el confinamiento, ya con el de Santander a los mandos. «El Madrid hizo lo suyo. Después del parón no ha perdido ningún partido. Perdimos muchos puntos que no deberíamos haber cedido y tenemos que hacer autocrítica, empezando por los jugadores, pero también global. Somos el Barcelona y estamos obligados a ganar todos los encuentros», criticó. «Lo dije que si seguíamos de esta manera era difícil ganar la Champions y queda claro que no nos daba ni para la Liga. Necesitamos un poco de aire y pensar en la Champions. Es una competición de cero. Hay que cambiar muchísimo y hacer mucha autocrítica y no pensar que perdimos porque el rival fue mejor», agregó. ¿Se refería a cambios en la actitud de los jugadores, o el argentino iba mucho más allá, auntando quizás al banquillo?
Fuente La Razon: