El Rastro permanecerá sin vida un domingo más, mientras las negociaciones entre sus comerciantes y el Ayuntamiento de Madrid sigan sin dar sus frutos. Este viernes, los vendedores ambulantes rechazaron la que
es ya la tercera propuesta de reapertura del Consistorio, en la que abría la mano y contemplaba la vuelta de la mitad de los puestos. Pese al cierre, la emblemática plaza de Cascorro estará concurrida; El Rastro Punto Es, con el apoyo de las asociaciones Agartsana y Asiveras, ha convocado una tercera concentración para este domingo. Tras dos planes fallidos y sendas manifestaciones de los comerciantes en su contra, la Junta Municipal de Centro presentó este miércoles a las distintas asociaciones ciertos cambios. Mientras las propuestas anteriores permitían la apertura de apenas el 12 por ciento de los puestos y, después, del 30 por ciento, la tercera recoge hasta el 50 por ciento. Sin embargo, los vendedores ambulantes se opusieron a esta última oferta. «Sigue sin dar respuesta a lo que es esencial para los vendedores: mantener su ubicación actual en El Rastro de Madrid, aunque se tuvieran que realizar algunos ajustes, para adaptarnos a las medidas de seguridad y recomendaciones sanitarias», esgrimen desde la asociación El Rastro Punto Es, que representa a alrededor de 600 comerciantes de venta ambulante y ha espoleado las últimas movilizaciones. El plan municipal amplía la huella del mercadillo para evitar aglomeraciones y facilitar el control del aforo, pero es precisamente la nueva distribución lo que enciende a los comerciantes, que consideran que este diseño supondría el «desmantelamiento» del histórico Rastro. «Guetos aislados» Los 497 de los 994 puestos del mercadillo se repartirían en cinco zonas, entre las calles de la Ribera de Curtidores (147 puestos), el tramo de esta vía que alcanza al colindante distrito de Arganzuela (28), la plaza de Vara del Rey (74), la plaza del Campillo del Mundo Nuevo (52) y la Gran Vía de San Francisco (196 puestos). «Estos cinco guetos serían solo para los puestos de venta, que estarían encajados entre vallas con una entrada unidireccional, y a su vez desconectados del resto de El Rastro», exponen desde la asociación. «Esencialmente es la misma propuesta que las anteriores, al empeñarse en una reestructuración absoluta de lo que conocemos de El Rastro de Madrid, que borrará de la memoria su historia y cultura», declaran. Una vez más, los vendedores ambulantes votaron y ratificaron ayer su postura:exigen el regreso de la mitad de los puestos un domingo y, al siguiente, la otra mitad, y en sus «ubicaciones originales».
FUENTE DIARIO ABC: