Moreno despierta de su sueño monegasco

Siete meses ha durado la aventura de Robert Moreno en el Mónaco, primera en solitario del técnico tras su polémica salida de la selección española. El catalán fue despedido ayer tras el

primer partido de la pretemporada que realizaba el equipo monegasco y que se saldó con una victoria frente al Brujas. La decisión hay que encontrarla en la concatenación de varios factores. El principal, la llegada este pasado mes de junio de Paul Mitchell para dirigir la parcela deportiva del equipo del Principado. Tras su experiencia en Red Bull, Mitchell pretende sacudir completamente el club y dar un giro radical al equipo. Moreno no encajaría en el ideario del nuevo director deportivo porque no ha logrado materializar el juego vistoso y de posesión que prometió cuando firmó en diciembre de 2019. Los doce partidos en los que ha dirigido al Mónaco han decepcionado a sus dirigentes, que solo han disfrutado con cuentagotas y a los que los resultados tampoco han satisfecho. Desde las oficinas del club monegasco se considera insuficiente el balance de cinco victorias, tres empates y cuatro derrotas. La decisión ya se venía barruntando desde antes del obligado parón a causa de la pandemia del COVID-19 y la suspensión de la Ligue 1, competición en la que el Mónaco ocupaba la novena plaza, puesto muy alejado de la zona que da acceso a disputar la Champions League. Además, el equipo de Moreno era eliminado de la Copa de Francia en octavos de final tras perder ante el Saint-Etienne (0-1). Tanto el propietario del Mónaco, Dimitri Rybolovlev, como por el vicepresidente, Oleg Petrov, han avalado la decisión de Mitchell, que ha apostado por la llegada de Niko Kovac, exentrenador del Bayern de Múnich. Valoran en este sentido la experiencia del croata para tratar a un vestuario que los dirigentes creen que no ha respetado a Moreno. Robert Moreno, que había sustituido en el Mónaco a Leonardo Jardim y firmó hasta el 30 de junio de 2022, se hizo celebre tras un fugaz paso por la selección española, cuando fue escogido por Luis Rubiales como máximo responsable del combinado nacional tras la renuncia temporal de Luis Enrique a causa de una dramática situación familiar que desembocó en el fallecimiento de su hija Xana. Moreno, ayudante del asturiano en la Roma (2011-2012), el Celta de Vigo (2013-2014) y el Barcelona (2014-2017), se hizo cargo del primer puesto de la selección en marzo de 2019 ante Malta, aunque no fue nombrado seleccionador hasta el 19 de junio. Cinco meses después, tras dirigir a España por última vez frente a Rumanía (5-0), se anunció que Moreno no seguiría al frente de la selección española. Luis Enrique regresó a su cargo y prescindió de Moreno, al que calificó de “desleal” para justificar su decisión. Pocos días después, el técnico catalán ofreció una rueda de prensa para dar su versión de los hechos, defender su honra, su integridad y hasta su lealtad hacia Luis Enrique. Empezó entonces un camino en solitario en el que se enseguida se encontró con ofertas de China, de Estados Unidos y de la selección ecuatoriana. Las descartó antes de empezar una relación con el Mónaco que ha acabado de forma abrupta y mucho antes de lo esperado.