Almeida retoma el plan para reabrir el túnel secreto de Bonaparte en Madrid

El rotundo rechazo de los madrileños a José Napoleón Bonaparte -al que apodaron de forma burlona como «Pepe Botella» por su supuesta afición al alcohol- atemorizó al monarca francés durante su

estancia en la capital. Para aminorar su pánico a sufrir una emboscada y sosegar su obsesión por la seguridad, en 1811 encargó al arquitecto Juan de Villanueva un túnel que uniera el Palacio Real -donde residió parte de su corto reinado- con el de Los Vargas -en la Casa de Campo-. El subterráneo sería su salvoconducto en caso de que se originase otro levantamiento popular como el del 2 de mayo de 1808. Siglos después, este pasadizo es aún un lugar secreto y desconocido para la mayoría de los ciudadanos, puesto que apenas se ha abierto en contadas ocasiones. Bajo el mandato de Manuela Carmena se encargó la redacción del plan de puesta a punto al estudio de arquitectura Porras La Casta -coautores de la reforma de la plaza de España-, con el objetivo de que se pudiera reabrir al público el año pasado. Pero el proyecto, sin embargo, no se llegó a concluir. Y ahora, según ha podido saber ABC, el gobierno de José Luis Martínez-Almeida diseñará el plan de museología y museografía para adecuar «en los próximos meses» el contenido de este espacio enigmático. «El proyecto tendrá que ser desarrollado en los próximos meses, así como la preparación de un presupuesto, que podría estar en torno a los 500.000 euros, una cantidad adecuada a las necesidades del túnel, al que ya se le realizaron obras de consolidación», explicaron a este diario fuentes del Área de Cultura, Turismo y Deporte. Lo cierto es que fue la Corporación de Ana Botella (PP) la primera administración que puso los ojos en este lugar. Su propósito es que pudiera ser accesible a madrileños y visitantes antes de la inauguración del Museo de las Colecciones Reales, prevista para el curso 2020-2021, y poner así en valor todo el entorno. Idea de 2011 El túnel, que se extiende a lo largo de 55 metros de longitud, conserva gran parte de su estructura original, aunque otras zonas mantienen una apariencia completamente renovada y moderna. Este último tramo quedó así tras las obras de soterramiento de la M-30, que finalizaron en 2011 y dejaron el pasadizo dispuesto para una hipotética apertura, algo que se ha ido postergando durante años. Esa parte del túnel, la más próxima al parque de Madrid Río, es de titularidad municipal, mientras que el otro extremo, que abarca hasta los jardines del Moro, pertenece a Patrimonio Nacional, por lo que se tuvo que articular un convenio para proceder a las obras. Además, el subterráneo no está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), pero sí está protegido, lo que hace más larga la tramitación de cada paso. Los planes del Área de Cultura, Turismo y Deporte, según avanzaron a ABC, son poder abrirlo en el horario del Campo del Moro, que depende de Patrimonio Nacional y son de acceso gratuito, como «un centro de interpretación del propio monumento y del reinado» de José I. Para evitar posibles daños por vandalismo, la idea es aplicar un modelo similar al del parque de El Capricho, con una afluencia limitada para eludir aglomeraciones y desperfectos. Aunque aún debe definirse en el plan que se va a redactar, es probable que el pasadizo cuente con unos tornos que contabilicen las visitas. El espacio también serviría para explicar algunos de los proyectos que emprendió el hermano mayor de Napoleón en Madrid, conocido entre el pueblo madrileño como el «rey plazuelas» por su afición a derribar conventos e iglesias para abrir amplias glorietas ajardinadas. Entre sus obras más célebres está la creación de Plaza de Oriente -frente al Palacio Real donde residía- o la plaza del Rey, junto a la Gran Vía. En el centro de interpretación también se daría cuenta de su contribución a la modernización del urbanismo en la ciudad e, incluso, habría cabida para la historia real y las leyendas en torno al uso del propio túnel. Tras adecuar el túnel la normativa en materia de seguridad y accesibilidad -arreglar las entradas y salidas, aseos, ascensores, iluminación, conductos de ventilación y demás aspectos contemplados en la normativa-, se adaptará el espacio a la museografía prevista. Aunque esto se detallará en el proyecto que se redactará en los próximos meses, lo que sí está descartado es la instalación de un cine en una de las salas. Sin cine Durante las obras de soterramiento de la M-30 surgió un espacio de unos 300 metros cuadrados, con 7 metros de altura, situado aproximadamente bajo el Puente del Rey. Esta zona dista mucho del otro extremo. Por la zona del Campo del Moro se en cuenta el tramo primigenio, con paredes de ladrillo visto, el suelo empedrado; mientras que por el acceso de Madrid Río se accede a un espacio con suelo y paredes de hormigón, una claraboya, escaleras y hasta un ascensor. Es en esta área donde el equipo de Carmena planteó instalar un cine para exhibir documentales, idea que la nueva Corporación ha desechado. «En ningún caso se plantea que el espacio sea utilizado para llevar a cabo un cine», aseguran desde Cultura. Reformado en 1891, el túnel reabrió durante la II República, tras confiscar el Estado a la Casa Real sus propiedades de la Casa de Campo y la zona del palacio, para convertir ambos en parques de uso público. Al llegar la Guerra Civil, fue empleado como fuerte y depósito de munición republicano y desde entonces cerró hasta hoy. Ochenta años después, el Consistorio pretende sacarlo de la oscuridad cuanto antes. A pesar de los ajustes presupuestarios que supone para el área la crisis del Covid-19, desde el Ayuntamiento se muestran «optimistas» y consideran que al no implicar un desembolso muy grande, el túnel volverá a ver la luz, al fin, este mandato.

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/madrid/abci-almeida-retoma-plan-para-reabrir-tunel-secreto-bonaparte-madrid-202008020124_noticia.html

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