Génova frena el «grupo paralelo» de Álvarez de Toledo en el Congreso

Entre los muchos conflictos internos que el secretario general del PP, Teodoro García Egea, tiene subrayados en su agenda, uno de ellos, y no el menor, es el papel de Cayetana Álvarez

de Toledo como portavoz en el Congreso. En el cuartel general de los populares preocupaba el «grupo paralelo» que, según fuentes del partido, se estaba formando en el Parlamento, encabezado por la portavoz, y que en ocasiones había circulado por un carril diferente al de las directrices políticas de Génova. Desde la dirección nacional del PP se ha intentado cortar en seco ese intento, primero desplazando a la portavoz en la comisión más importante del año, la de la reconstrucción nacional, y ahora relegando a uno de sus hombres de máxima confianza, Gabriel Elorriaga. En el círculo de la portavoz este hecho se considera un gesto claramente hostil. Desde las últimas elecciones generales, en Génova se miraba con enorme recelo ese «grupo» que estaba formando Álvarez de Toledo en el Congreso, en el que estarían incluidos Elorriaga, como coordinador parlamentario, diputados próximos a la portavoz, como Pilar Marcos o Mario Garcés, y asesores como Alfredo Timermans, jefe de gabinete de la portavoz, y que procede, como los anteriores, de la órbita de José María Aznar. Problema de coordinación Fuentes de Génova reconocieron a ABC un problema de coordinación con el partido, la actividad independiente respecto a las directrices marcadas por Casado y García Egea y su empeño en marcar un estilo político propio, que ha producido más de una interferencia en el mensaje «oficial» del PP y fuertes quebraderos de cabeza a sus dirigentes. El relevo de Elorriaga como coordinador parlamentario, después de que el pasado 21 de julio obtuviera el acta de diputado dejada por la exministra Isabel García Tejerina, ha sido una decisión que puede tener consecuencias internas, al interpretarse en el Congreso como una imposición desde Génova, que ha elegido como sustituto al director adjunto de Pablo Casado, José Sánchez Arce, para trabajar pegado a la portavoz. La entrada de Arce en el núcleo de la actividad del Grupo Popular en el Congreso se considera un movimiento estratégico de García Egea para tener controlada la actividad de los populares en el Parlamento, algo fundamental para un partido en la oposición, y evitar así que la portavoz «vaya por libre». La incógnita sobre el futuro de Cayetana Álvarez de Toledo está abierta. Fuentes de la dirección nacional subrayan que por parte de Pablo Casado no existe ninguna intención de sustituirla y remarcan su valía. El presidente del PP mantiene su confianza en una política que tiene su público, y no es pequeño, dentro del centro-derecha, y que está muy bien vista por antiguos votantes populares que se marcharon a Vox. Pero, al mismo tiempo, no descartan su salida «voluntaria», algo sobre lo que a priori tampoco pondrían muchos obstáculos en Génova. «Verso libre» Lo que no está previsto en este momento es un cambio de papeles dentro del partido en puestos clave como el de los portavoces, ya que todos reconocen que Álvarez de Toledo no aceptaría cambiar la portavocía en el Congreso por un cargo en el organigrama interno del PP, sobre todo porque su perfil se parece más al de un «verso libre», que al de un dirigente sujeto a la férrea disciplina de un partido político. De hecho, en el PP recuerdan que cuando Casado fichó a Álvarez de Toledo para su proyecto, esta le puso como condición que pudiera seguir fijando su postura con total libertad sobre cualquier asunto, estuviera en la línea o no de lo marcado por Génova, sin estar sujeta a los argumentarios que se redactan en la sede del PP y que circulan a diario entre los populares. Álvarez de Toledo siempre ha mantenido un discurso propio en cuestiones clave del PP en los últimos meses. En una entrevista reciente en ABC, exigió a Pedro Sánchez que se sometiera a una cuestión de confianza, sin que la dirección nacional del partido tuviera conocimiento de ello. La petición, que hecha por la portavoz parlamentaria toma una fuerza evidente, desconcertó en Génova, donde esa cuestión no estaba sobre la mesa ni de lejos. También ha defendido desde el principio, dentro y fuera de los órganos del partido, la necesidad de un Gobierno de concentración nacional, lo que tampoco está en los planes del proyecto de Casado. Sus choques con algunos dirigentes del PP, como Alberto Núñez Feijóo, en plena precampaña gallega, han sido sonados. La sombra de Feijóo El presidente de la Xunta de Galicia, fortalecido dentro del PP tras lograr su cuarta mayoría absoluta, diseñó una campaña electoral en la que no se contó con perfiles como el de Álvarez de Toledo, a quien dentro del partido se sitúa en el ala más dura. Feijóo defendió una mensaje de moderación durante toda la campaña, arropado por barones como Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco, quienes subrayaron que la centralidad es el único camino que deben seguir los populares si quieren consolidarse como auténtica alternativa. La victoria contundente de Feijóo el 12 de julio reforzó ese discurso, que Casado apoyó desde el principio en la campaña electoral, y que desplaza de la primera línea influyente del partido a perfiles como el de la portavoz parlamentaria.

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/abci-genova-frena-grupo-paralelo-alvarez-toledo-congreso-202008162319_noticia.html

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