Con Urano, su regente, influenciando desde Tauro, un ángulo adverso, los nacidos en el primer decanato de Acuario vivirán una influencia de imprevisibilidad, de tendencia a los cambios repentinos, inesperados, momentos
en los que puede primar la inquietud.
Los efectos de los tránsitos de Urano tienen siempre un carácter de sorpresa por lo súbitos que son. Se producen siempre de forma brusca e inesperada, como una descarga eléctrica, como un trueno. Existe un deseo de libertad a cualquier precio y si éste es satisfecho sin responsabilidad, puede manifestarse en serias dificultades.
Cuando los aspectos son poderosos, asistimos a verdaderos cataclismos, a acontecimientos que transforman completamente la vida, que lo desarraigan de sus costumbres e incluso a veces de su medio habitual.
Los tránsitos de Urano pueden tener efectos saludables, en el sentido de que al sacudir a la persona de su inercia, de su sujeción a la rutina, a las costumbres y convencionalismos caducos, incitándole de forma a adquirir “una nueva piel”, a correr riesgos y contribuir a fin de cuentas al desarrollo de su personalidad.
Sus efectos los viviremos negativamente si rehusamos a adaptarnos a nuevas circunstancias, o bien si nos resistimos a aceptar las nuevas situaciones que se nos presentan. En estos casos de extrema resistencia y rigidez, estos tránsitos se vuelven un tanto auto-destructivos o bien optamos por un cambio destructivo más que constructivo. Estos tránsitos producen inestabilidad y también tensión mental y física.
La segunda mitad del año, los nativos de Acuario serán influenciados así mismo por el paso de Marte que sincronizará con un tiempo de vitalidad de acciones creativas, donde se podrá orientar el poder de la voluntad. Sentirán mayor energía física, alegría de vivir, mayor necesidad de acción y decisión.
Buena época para emprender nuevas tareas. Aunque es un aspecto suavemente favorable, también es un momento que puede implicar cierto descuido por sentirse pleno y energético y tender a tomar riesgos financieros o comprar cosas innecesarias.
A partir de 21 de diciembre 2020, la conjunción de Júpiter y Saturno ingresarán a los primeros grados de Acuario indicando un nuevo ciclo para la humanidad pero también un cambio de ciclo para aquellos nativos de los primeros grados de Acuario.
Desde el 6 al 27 de septiembre, el tránsito de Mercurio, el planeta del comercio, la mente y la comunicación por un signo afín facilitará los tratos, pactos, acuerdos y negociaciones.
Igualmente, incidirá en las perspectivas para la compra de bienes relacionados con el hogar y en el desarrollo de ciertas habilidades ligadas al comercio, la literatura o los medios de comunicación.
Venus atravesará el signo de Acuario recién en febrero 2021, pero desde el 28 de octubre hasta el 21 de noviembreAcuario recibirá la benéfica influencia de Venus desde un ángulo afín, Libra, un tránsito favorable para las relaciones sentimentales y sociales.
Sincroniza con tiempos tranquilos, acompañados por señales de afecto y satisfacciones. El estado mental es alegre, jovial e inclinado hacia el placer. El deseo de complacer y de aparecer siempre bajo el aspecto más favorecedor está presente. Búsqueda de lo que es estético o lujoso, del bienestar y del confort.
Patricia Kesselman es astróloga y profesora de Astrología y Tarot.
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