Nueva York y su burbuja hermética

Casi medio año después, el tenis sale de la cueva. La WTA dio los primeros pasos hace un par de semanas, pero ya regresa la competición a todos los efectos con el

torneo de Cincinnati, un evento mixto y que, dadas las circunstancias, se celebrará en Nueva York con el fin de crear una burbuja ya que después se disputará el US Open. Vuelve el tenis, por fin, pero lo hace con ausencias notables, ya que son muchísimos los jugadores que han renunciado a esta peculiar gira por Estados Unidos, repleta de restricciones y con un protocolo muy exigente con el fin de proteger la salud de los participantes y de los organizadores. Pese a las medidas, la USTA anunció ayer un positivo en el Centro Nacional Billie Jean King, aunque no es un jugador. Es el único contagiado después de 1.400 pruebas realizadas desde el 13 de agosto en la burbuja de Nueva York, que viene a ser algo similar a lo que ha montado la NBA en Orlando. Los tenistas, al igual que sus acompañantes, simplemente se desplazan del hotel a las pistas, además de ser examinados frecuentemente. Se está rastreando después de ese positivo, pero la USTA está convencida de que todo saldrá bien. «Confiamos al 100% en que estamos haciendo esto bien. No se trata de una celebración a cualquier coste. Somos muy disciplinados en nuestros planteamientos», aseveró en el consejero delegado de la USTA, Mike Dowse. Es tenis, pero con muy poco ambiente de tenis. La dirección informó de que ya hay 350 jugadores en Nueva York (empiezan hoy las previas) y se les ha ofrecido todas las comodidades para que ese «ambiente centralizado» sea lo más ameno posible. «Tienen alojamiento cómodo, tests médicos, transporte, instalaciones para practicar, entrenadores, fisioterapeutas, varios servicios de alimentación, un número de experiencias durante su tiempo aquí», explicó Stacey Allaster, directora del US Open. Los atletas están obligados a hospedarse en dos hoteles concretos (el Long Island Marriott y el Garden City), ubicados a una media hora de Flushing Meadows y fuera de los límites de la ciudad de Nueva York. Manhattan estaría a una hora en coche, pero no podrán pisarlo. Quien quiera tiene la opción de vivir en casa particular con algún huésped, pero solo pueden salir para ir al recinto deportivo. Si un jugador da positivo, inmediatamente quedará eliminado. Ya hay más de 10 jugadores de entre los 100 primeros de la ATP que han renunciado a esta gira, mientras que de la WTA la lista sube hasta 19.