Este jueves, como ya estaba previsto de antemano, el gobierno oficializó en el Boletín Oficial el traslado de cuatro embajadores a Buenos Aires: Ricardo Lagorio, desde Rusia; Eugenio María Curia, que
debe volver de Canadá; Jorge Alejandro Mastropietro, que está en Turquía; y Juan José Arcuri, que está en Grecia.
Mientras que como embajadora a Canadá irá María Josefina Martínez Gramuglia, una diplomática respetada, a Grecia también irá otra mujer, María Lucía Dougherty. Son parte de la camada favorecida por las nuevas políticas de género, que se instalaron también en el ministerio. Para Turquía no hay designaciones aún.
El caso de la Embajada de Moscú se abre una incógnita. La vicepresidente Cristina Kirchner había elegido para ese puesto a la ex dirigente gremial de las Azafatas Alicia Castro, que fue embajadora ante Venezuela y ante Reino Unido durante su gobierno.
El Presidente Alberto Fernández con Alicia Castro, en la Casa Rosada. Resta definir si Castro irá a Moscú.
Su situación es una incógnita y posiblemente el gobierno deba mandar algún refuerzo a Moscú si Lagorio vuelve ya. Hace unas semanas, Castro increpó por Twitter a Felipe Solá porque el canciller había dicho que el régimen chavista era autoritario. Trascendió la molestia en el Gobierno con sus palabras y que había sido “congelada” por el presidente Alberto Fernández. Lo primero es cierto, lo segundo no.
La misma Castro pidió que frenaran el tratamiento de su pliego en el Senado -es embajadora política- hasta que se aliviaran los contagios y muertos por la pandemia del coronavirus. Por otro lado, también habría exigido reformas en la residencia en Moscú, la instalación de un ascensor, que serían imposibles de cumplir.
Trascendió también este jueves que Lagorio, Curia y Arcuri serán jubilados junto a otro grupo importante de jubilaciones que prepara la Cancillería de diplomáticos. Se sumarán a otra decena de jubilaciones ocurridas en los primeros meses del gobierno actual.
De esta manera, el Solá busca movilizar las bases de los diplomáticos y abrir vacantes para el rango de embajadores. La ley del servicio exterior dice que los ministros de segunda y primera se jubilan a los 67 como máximo, y embajadores a los 70, mientras que los rangos más bajos a los 65, los que rara vez se jubilan temprano. Lo que está haciendo el gobierno es jubilar a algunos antes de lo previsto.
Vinculado al peronismo, Lagorio es un funcionario de carrera reconocido en los círculos diplomáticos, tiene 65. Se desconoce aún porque no le quieren dar destino. En cambio Arcuri y Curia, fueron muy favorecidos por las gestiones de Héctor Timerman y Jorge Faurie. Arcuri lleva más de una década fuera del país. Su vuelta abre posiblidades para otras generaciones.
Pero la Cancillería tiene una falla estructural que se arrastra de hace décadas, y que se evidencia más en pandemia. Funcionario que vuelve a Buenos Aires sin destino, queda hasta años sin trabajo, sin obligaciones, sin exigencias. No es su culpa, pero sino del sistema. Pero queda en su casa cobrando del Estado hasta entre más de 200.000 y más de 300.000 pesos. Pueden haber en esa situación actualmente hasta entre 60 y 70 funcionarios. Hubo momentos de más y momentos de menos.
SJF
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