Un hombre que estaba trabajando murió en un supermercado de la ciudad de Recife, al noreste de Brasil.
Pero contra lo que se podía pensar, el local permaneció abierto mientras
el cuerpo de la víctima seguía en el piso cubierto con unas sombrillas y protegido de costado por grandes cajas de cartón.
Según trascendió, la difícil situación se produjo la semana pasada, aunque recién circularon durante estos días las imágenes en las redes sociales.
Para quem não soube, para quem não deu a devida importância: Hoje, um ser humano, repetindo, UM SER HUMANO, chamado Moisés Santos, representante de vendas de uma empresa não divulgada, faleceu pela manhã dentro de um @carrefourbrasil no Recife. Teve um infarto fulminante. pic.twitter.com/KgSrrEfmMb
— pedro beck (@pedrobeck) August 19, 2020
Además, claro está, los usuarios volcaron sus críticas por el accionar de la compañía por no retirar el cuerpo y ni cerrar sus puertas, refleja RT.
De acuerdo a lo que informó Carrefour, una de las cadenas minoristas más grandes del país, el hombre se llamaba Moisés Santos y era un promotor de ventas.
Además, amplía el portal, aclaró que la causa de muerte un ataque cardíaco. Y que el personal siguió instrucciones justamente para no mover el cadáver.
A loja funcionando normal! pic.twitter.com/6uXJZim1B5
— rafarelo ?️? (@ra_farelo) August 14, 2020
“La empresa se equivocó al no cerrar la tienda inmediatamente después de lo sucedido para esperar el funeral, así como al no encontrar la forma correcta de cuidar el cuerpo”, expresó Carrefour Brasil a través de un comunicado difundido en Twitter.
No obstante, la cadena señaló que, tras el incidente, modificó sus indicaciones para incluir el cierre obligatorio del local comercial en caso de que se repita una situación.
“Pedimos disculpas a la familia y estamos dispuestos a apoyarlos en todo lo que sea necesario”, agregaron en el comunicado.
Nota Oficial do Carrefour pic.twitter.com/t4i1h0iPUq
— Carrefour Brasil (@carrefourbrasil) August 19, 2020
También hubo usuarios que recordaron un incidente de 2018, cuando un guardia de seguridad de un establecimiento en la ciudad de San Pablo mató a un perro callejero luego de golpearlo con una barra de metal.
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