El PP se agarra a la agenda social frente a la presión de la comisión de investigación sobre la Kitchen

«Cuca Gamarra ha demostrado a todos los que dudaban que no es una blandiblú, ha sido un miura, fuerte y sólida». Este comentario se escuchó ayer en las filas populares. Los diputados

del PP aprobaron ayer con nota a la nueva portavoz en el Congreso en su estreno frente a la vicepresidenta Carmen Calvo. Una larga ovación de los populares sirvió para cerrar filas después del mal trago que pasó el partido con la destitución fulminante de Cayetana Álvarez de Toledo, de un perfil mucho más duro y aguerrido que su sustituta. Calvo hizo un auténtico favor a Gamarra cuando en mitad de la refriega parlamentaria ironizó sobre su «moderación»: «¡Menos mal que venía usted a suceder a la diputada Cayetana Álvarez de Toledo a título de moderada, menos mal!». Con ese comentario, la vicepresidenta acabó por consolidar a la portavoz del primer grupo de la oposición en su primer día. En realidad, no todos los diputados del PP aplaudieron a Gamarra. Por motivos de seguridad a causa de la pandemia, solo pudieron asistir de forma presencial 44 de los 89 diputados, prácticamente la mitad. Una circunstancia que aprovechó Álvarez de Toledo para volver a cargar contra su partido, ahora desde un canal de «Youtube». Desde ahí se quejó de haber sido relegada al no permitirle asistir al Pleno. A estas alturas, en el PP empiezan a tomarse poco en serio las salidas de tono de la exportavoz. Fuentes populares explicaron que cuando Álvarez de Toledo estaba al frente del grupo, ya había restricciones para asistir al Pleno, a causa del Covid. En las sesiones de control tienen preferencia la dirección del partido, la dirección del grupo, los portavoces y los diputados que van a intervenir en el Pleno. «De todas formas, el martes también hubo Pleno, Cayetana pudo asistir, y no apareció en toda la tarde», apuntan. A Génova no le queda más remedio que resignarse a tener una voz crítica dentro de sus filas, aunque intentan prestarle la menor atención posible. El inicio del curso parlamentario del PP quedó algo enturbiado por esos empujones entre compañeros. Pero también por la confirmación de que el PSOE está dispuesto a aprobar, junto a Unidas Podemos, la creación de una comisión de investigación sobre la operación Kitchen, apenas un día después de tumbar otra sobre la supuesta corrupción del partido de Pablo Iglesias. Cuando se pregunta a los diputados del PP por el escándalo del supuesto espionaje a Bárcenas, los gestos de hastío son elocuentes. Hay inquietud por el ruido mediático y por el daño que puede seguir sufriendo la marca del «PP». Pero la preocupación es cero respecto al desgaste que pueda tener Pablo Casado como líder del partido. «El cien por cien del partido tiene claro que Pablo no tiene absolutamente nada que ver con este caso», sostienen dentro del Grupo parlamentario. «Una canallada» «Pero qué va a decir el bueno del nuevo presidente del PP, si en 2012 era diputado por Ávila y no tenía nada que ver con aquella operación», apuntan otros diputados. «La comisión es una canallada del Gobierno para tapar su mala gestión, siempre que se ve débil busca salidas así», comentan. En la dirección nacional del partido asumen que la comisión será un hecho, pero las alarmas no han saltado, y se lo toman incluso con humor, por la nula relación que tienen los actuales dirigentes con los sucesos investigados de 2012 o 2013. La portavoz parlamentaria del PP tiene claro cuál debe ser la respuesta. A su juicio, la gente en la calle está preocupada por la pandemia, la vuelta al colegio, el empleo, la situación de los autónomas, los ERTE, y no por un caso de hace ocho años. Por eso, los populares se agarrarán a su agenda social, pero hacer frente a la crisis económica y sanitaria y conectar con «los problemas de la mayoría».

FUENTE DIARIO ABC:

https://www.abc.es/espana/abci-pp-agarra-agenda-social-frente-presion-comision-investigacion-sobre-kitchen-202009100029_noticia.html

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