Amplio repudio sindical a la protesta policial y firme respaldo al Gobierno

Los cotitulares de la central obrera, Héctor Daer y Carlos Acuña, condenaron “el exceso del legitimo reclamo policial bonaerense”, aseveraron que “la defensa de los derechos laborales

se transformó en una real amenaza para el normal funcionamiento del Estado” y reclamaron “respeto al orden jerárquico”.

“Las fuerzas policiales deben subordinarse a los mandos institucionales”, dijo la CGT, que respaldó “el diálogo orgánico para asegurar la tranquilidad”.

Sergio Sasia, titular de la Unión Ferroviaria (UF) y líder de más de 40 gremios agrupados en el espacio Sindicatos en Marcha por la Unidad Nacional (Semun), consideró el reclamo “provocador y desmesurado”, defendió “el sistema democrático” y dijo que “es evidente la intención de un sector político y económico-mediático de desestabilizar al Gobierno nacional y bonaerense”.

El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) de Ricardo Pignanelli denunció que las protestas policiales procuran desestabilizar al Gobierno y condenó a los referentes opositores que, en las últimas semanas, hablaron de “golpe, saqueos, debilidad y sublevación”, señaló el dirigente.

El Smata sostuvo que el accionar policial es la continuidad de “las marchas opositoras sin propósitos claros, lo que profundizó y propagó los contagios por coronavirus, y de su actitud de traba permanente en el Congreso Nacional”.

La Asociación Bancaria (AB) aseguró esta tarde que “no es posible utilizar un reclamo laboral, aunque sea justo, para encubrir manifestaciones golpistas frente a una Gobernación o la residencia presidencial de Olivos”, que además fueron “preanunciadas por personajes sin escrúpulos y personeros del desastre”.

Pablo Micheli, del sector opositor a Ricardo Peidro y Hugo Godoy en la CTA Autónoma, calificó el accionar policial como “intimidatorio” y rechazó la actitud de la oposición por ser “desestabilizadora”, a la vez que dijo que esa realidad integra “una campaña que sigue la lógica de los anticuarentena, los anti Reforma Judicial y los anti impuesto a las riquezas” por única vez.

También aseguró que ante “el mínimo riesgo para el pueblo todas las organizaciones populares deben unirse en una contundente manifestación desde las redes sociales y las puertas y balcones de los hogares” para rechazarlo.

Los trabajadores aceiteros, a su vez, repudiaron “el ilegal accionar policial de hoy frente a la Quinta de Olivos, la ostentación de armas y la presencia de patrulleros” en el lugar y acusaron a los uniformados de procurar “amedrentar” al Gobierno.

“Es incompatible con el funcionamiento de las instituciones, y excede el reclamo de un aumento salarial. A todo ello se suma el interés de algunos sectores de condicionar las políticas públicas del Gobierno para producir las transformaciones profundas que propicien el acceso a los derechos”, afirmaron.

El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) que lidera Jorge Kalinger rechazó “todo acto que atente contra la democracia y el funcionamiento institucional”, denunció “el intento desestabilizador de la policía” y repudió a “los nostálgicos autoritarios que no quieren el diálogo”.

Además, la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) de la CGT que lidera el bancario Sergio Palazzo había señalado su rechazo a “la inadmisible agresión policial” y asegurado que detrás de la supuesta protesta “se mueven oscuros personajes exonerados y retirados de la fuerza de Buenos Aires”.

“Como consecuencia directa de las políticas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal la pérdida de poder adquisitivo no afecta solo a los policías sino a los trabajadores estatales, docentes y de la salud, entre otros”, afirmó.

Rubén García, el histórico sindicalista de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses, calificó el accionar policial como “destituyente” y reclamó “no ser ingenuos, ya que no se trata de una protesta habitual sindical sino de sectores que procuran condicionar a los Gobiernos nacional y provincial”.

En similares términos se expresaron la víspera los trabajadores estatales (ATE) y las CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky y Autónoma de Ricardo Peidro.

Por su parte, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa condenó la acción de sectores de las fuerzas de la policía bonaerense que rodearon tanto la Quinta Presidencial como la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, y manifestó “su preocupación ante este delito de sedición”, al advertir sobre “una campaña de desestabilización al gobierno democrático nacional del presidente Alberto Fernández”.

En tanto que El Sindicato de Trabajadores de Prensa (Sitrapren), repudió el accionar de los efectivos policiales que se manifestaron armados y utilizando los móviles de la fuerza que pagan y sostiene todos los bonaerenses”.

Los reclamos salariales y las protestas de las fuerzas policiales se iniciaron a las 23 del lunes último frente al domicilio del gobernador bonaerense, en La Plata, donde hubo cánticos insultantes, fuegos artificiales y bocinazos de patrulleros.

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