Ecuador, con buenas perspectivas económicas en medio de la puja electoral y la pandemia

por la pandemia y con la mira en las elecciones presidenciales de febrero próximo, cuando se elegirá al sucesor de Lenín Moreno.

El 31 de agosto de 2020, el gobierno de Ecuador cerró de manera exitosa el proceso de renegociación de su deuda, al emitir oficialmente tres nuevos bonos por un total USD 15.563,4 millones, así como un cuarto bono PDI al 0% con un total de USD 1.005 millones, por los intereses acumulados de marzo a agosto de este año.

Esta emisión representa el cierre efectivo de un proceso de negociación que inició en abril y que implicó el canje de 10 bonos Globales, que totalizaban USD 17.375 millones. La aceptación de la propuesta fue del 98,5% por parte de los acreedores.

El anuncio tuvo lugar después de confirmarse un acuerdo a nivel técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el día 28 de agosto, para acceder a un programa de financiamiento por USD 6.500 millones.

“Los nuevos recursos que van a venir nos permitirán, en primer lugar, ponernos poco a poco al día en los atrasos que estaban pendientes y vamos a fortalecer aquello que es fundamental para la conservación del empleo, la generación de trabajo, la producción y el bienestar”, manifestó tras esos acuerdos el presidente Lenín Moreno.

“Esto evidencia, sin duda alguna, que el camino que se tomó es el camino correcto”, subrayó el presidente tras indicar que las ventas al exterior se han reactivado con una balanza comercial positiva a la fecha de 1.277 millones de dólares.

Es la primera vez desde 1994 que Ecuador logra la renegociación de su deuda sin entrar en default. Otro aspecto clave a resaltar, fue su carácter expedito, basado en la buena fe y en una aproximación amistosa y transparente hacia los mercados internacionales.

Con el canje de deuda en renta fija, la República de Ecuador logró mejorar su perfil de deuda, a través de una disminución en las tasas de intereses de los títulos valores, pasando en promedio de 9,2% a 5,3% con los nuevos bonos. A su vez, se resalta el incremento del plazo de pago, que pasa de casi 6 años a 12,7 años, así como la reducción de los rendimientos al vencimiento a menos de la mitad con los nuevos bonos, lo que también disminuye el margen o diferencial de las tasas de interés de los bonos soberanos de Ecuador con respectos a los de igual vencimiento emitidos por el Tesoro de los Estados Unidos (considerados instrumentos sin riesgo), reduciéndose en promedio más de 1.300 puntos básicos.

Para la consultora Torino Economics, la reestructuración de sus bonos y el nuevo acuerdo con el FMI abrirá las puertas a Ecuador para nuevos créditos por parte de otros organismos multilaterales como el Banco Mundial, el BID o la CAF, que suelen trabajar de la mano con el Fondo. Ello podría contribuir a atenuar las necesidades de financiamiento de Ecuador, que se ubican en torno a los USD 4.000 millones.

De todas formas, aclara la consultora, ante la actual coyuntura de la pandemia del Covid-19 que ha repercutido en la economía ecuatoriana, “el Fondo tiene ante sí un reto: adoptar mayor flexibilidad respecto a las metas a proponer en los condicionamientos para otorgar el plan de préstamo, pero garantizando que el gobierno ecuatoriano pueda llevar a cabo las reformas estructurales necesarias que le permitan al país tomar el sendero del crecimiento económico sostenible”.

Por eso, si bien persiste el riesgo asociado a la incertidumbre política, Torino Economics considera como “probable” que, dado el alivio financiero que implica la restructuración de deuda alcanzada por la administración Moreno durante los próximos años, el gobierno que resulte ganador en las próximas elecciones tendrá los incentivos para asumir los compromisos que se adquieran en el marco del programa de financiamiento acordado con el FMI, con el fin de garantizar la sostenibilidad de la deuda y la recuperación del crecimiento económico de Ecuador.

“Ecuador debe saber aprovechar este alivio financiero ganado en el proceso de restructuración de su deuda, para destinar recursos a la atención del impacto generado por la pandemia y lograr una reactivación económica que le permita sortear la incertidumbre presente en los mercados de hidrocarburos”, añade la consultora en un informe reciente.

Lo cierto es que las negociaciones exitosas abren nuevas perspectivas en unos meses que estarán marcados por la campaña electoral, en la que el correísmo (sin el ex presidente Rafael Correo, inhabilitado por la Justicia para competir) buscará volver al Gobierno frente al que hoy es uno de los principales candidatos, Guillermo Lasso, quien aspira a unificar a varios de los sectores opositores al ex mandatario.

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JPE